Bélgica tiene algunas de las leyes más restrictivas en el terreno de los juegos de azar, y lo ha demostrado con la decisión de prohibir totalmente las cajas de botín de los videojuegos. Tras su polémica inclusión en Star Wars: Battlefront 2, el Gobierno del país se ha mostrado muy contrario a ellas. Ha sido el ministro de Justicia del país, Koen Geens, quien ha hecho un comunicado indicando que encuentra ilegales las cajas de botín de Overwatch, FIFA 18 y Counter Strike: Global Offensive.
Los estudios responsables de los juegos tendrán que retirar las cajas de botín o sus responsables se enfrentarán a multas de 800 000 euros o a cinco años de prisión, o el doble de esa cantidad si se ven implicados menores. Según los responsables de la Comisión de Juegos de Azar belga, los jugadores «son tentados y engañados», ya que tampoco se aplican ninguna de las medidas protectoras del país hacia los juegos de azar. Lo curioso es que encuentran que las cajas de botín pueden proporcionar un «beneficio o pérdida» —en lo que a elementos del propio juego de azar se refiere, no al dinero—, lo último de lo cual no acabo de ver claro como para justificar la decisión.
También han expresado su preocupación por los videojuegos que atraen a los jugadores con un «futuro beneficio emocional» proporcionado por los bienes aleatorios que contienen las cajas, las cuales son compradas con dinero real sin saber de qué objeto beneficioso se tratará. También encuentran problemático que no se indique la probabilidad de que aparezca cada objeto en una caja.
Esto ha abierto la caja de Pandora en el país, ya que este sistema de cajas es implementado en miles de aplicaciones móviles y videojuegos, lo que puede llevar a una caza de brujas sin igual. Al menos, si el Gobierno belga es coherente con la decisión que ha tomado.
Vía: Ars Technica.