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Una de las novedades que ha traído Nvidia con su arquitectura Turing es la de la tasa variable de sombreado (VRS). Esta técnica permite establecer máscaras de zonas amplias de píxeles a las que detectar de manera conjunta su nivel de iluminación/sombreado. En cada escena se hace hasta ahora píxel a píxel, con lo que estas máscaras permiten acelerar la generación de fotogramas. Pero las buenas noticias es que AMD también está trabajando en ello, como demuestra una patente solicitada por la compañía.

AMD anunció hace un tiempo que tenía la intención de pasar a gestionar por sí misma la distribución de las actualizaciones de los controladores gráficos para los procesadores Ryzen de portátiles, generalmente llamadas unidades de procesamiento acelerado (APU) al contener procesador y unidad gráfica integrada. La actualización para estas APU ha sido tradicionalmente gestionada por los fabricantes de portátiles, y por tanto su mantenimiento dejaba mucho que desear.

Intel está apuntando en su próxima generación de procesadores a mejorar la potencia de la unidad gráfica integrada. La generación 11 (Gen. 11) de esta arquitectura será distinta pero similar, si bien al estar producidos los chips a 10 nm en vez de a 14 nm le dará suficiente margen a Intel para mejorar esta área dejando la potencia de procesamiento mejorada pero no sustancialmente distinta. Entre las unidades gráficas que llegarán se encontraría una Iris Plus 940 que ha aparecido tanto en las pruebas de Compubench y GFXBench.

AMD ha tenido el gran problema de que todas sus ventas desde mediados de 2017 hasta mediados de 2018 prácticamente fueron destinadas a los criptomineros. Pero tras el criptocrac, y tras unos meses de impás, finalmente hay una buena competencia en precios entre las tarjetas gráficas con GPU de AMD y de Nvidia. O, mejor dicho, está en la competencia que había hace dos años, lo cual me resulta bastante triste y lo mal que ha estado el mercado de las tarjetas gráficas en este tiempo.

Puede que la Radeon VII haya dejado un desagradable sabor de boca, principalmente por el precio, pero AMD solo está ganando tiempo para presentar la arquitectura Navi de unidades de procesamiento gráfico. Los últimos rumores sobre cuándo llegarían al mercado cogen de la mano a los de la llegada de los procesadores Ryzen 3000 de sobremesa, y da una fecha concreta: el 7 de julio. Este es uno de esos rumores que proceden de algunos dimes y diretes, por lo que hay que cogerlo con una buena dosis de escepticismo. Su posible presentación tendría lugar en la Computex de principios de junio.

Si hay algo que ha salvado a AMD del hundimiento total en el sector de las tarjetas gráficas ha sido el fiasco de Nvidia con las GeForce RTX 20. Llevar al mercado una arquitectura nueva sin contenido que lo aproveche ha sido un mal paso por parte de Nvidia, y además está sujeto a todo tipo de comentarios debido a que además llega un poco verde. AMD ha hecho diversos comentarios sobre la tecnología de suavizado/renderizado DLSS (supermuestreo por inteligencia artificial) que le sitúa opuesto a ella.

Esta semana es muy movida en el terreno de los videojuegos con varios grandes lanzamientos, y eso significa que los controladores gráficos necesitan optimización. Los Radeon Software Adrenalin 19.2.2 bien a proporcionarla para varios juegos: la expansión New Dawn de Far Cry 5, Metro Exodus, Crackdown 3 —¿por fin?—, y la expansión Gathering Storm para Civilization VI. La semana deja otros videojuegos de primera línea, tanto de grandes estudios como una buena cantidad de indis.

AMD intenta diferenciarse de Nvidia en uno de los pocos terrenos en los que puede, y es en el de los controladores gráficos. Lo intenta hacer con la nueva versión de los controladores Radeon Pro Software 19.Q1, los cuales van a permitir su uso con las tarjetas gráficas Radeon generalistas o de consumo. Con este movimiento AMD pasa a desdibujar la línea que separa su oferta profesional de la orientada a juegos, y por tanto será interesante ver qué presenta en el futuro para profesionales y empresas.

Uno de los productos más enigmáticos de los últimos tiempos es la Radeon VII, que algunos comparan con la Radeon Pro Duo. Si AMD pretendía demostrar lo que era capaz de conseguir con una unidad gráfica fabricada a 7 nm, ciertamente está lejos de haberlo logrado. Hay más comentarios negativos que positivos, si bien no es por la tarjeta en sí, sino por dos aspectos: el precio al que ha llegado, nada competitivo; y que solo exista el ruidoso modelo de referencia. Tampoco ha ayudado que AMD haya cometido el error de que la Radeon VII no se pueda arrancar en modo UEFI.

Dentro del catálogo de procesadores Ryzen, AMD no ha llegado a poner a la venta en tiendas los Ryzen 3 2300X y Ryzen 5 2500X, dejándolos exclusivamente para fabricantes de equipos originales. Fueron anunciados el pasado octubre, y desde entonces no se han visto prácticamente fuera de algunos equipos de sobremesa, teniendo que recurrir los compradores a los Ryzen 1000 si quieren procesadores más económicos que el Ryzen 5 2600.