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Llevo desde que se encendieron las luces de la sala de Spider-Man: un nuevo universo soñando con este momento. La continuación de la que para mí es sin duda la mejor película basada en el personaje más popular de Marvel por fin enseña imágenes en movimiento, y me han puesto los pelos de gallina como lo hizo su precuela en su día. Se vienen mogollón de Spider-Men.

Microsoft está sufriendo el escrutinio de las agencias reguladoras de la competencia en los países occidentales, lo cual está dificultando que cierre pronto la compra de Activision Blizzard por unos 68 000 millones de dólares. El principal problema es Sony y el Game Pass, porque no está de acuerdo con que Call of Duty y otros juegos de Activision Blizzard abandonen su ecosistema. Microsoft ha dicho anteriormente que había ofrecido un acuerdo por unos años a Sony para mantener la franquicia en sus consolas, pero ahora habría ofrecido diez años para acelerar la adquisición.

Es el culebrón de moda en el mundo de los viodejuegos, y no es para menos. La compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft es un proceso largo y arduo, que tiene que ser revisado por las comisiones de todos los países. Esta compra impulsaría a la compañía de Redmont al tercer puesto del mercado, pisándole los talones a Sony. Por supuesto, esto no ha gustado nada en la marca asiática, que está luchando por todos los medios para que no suceda.

Sony anunció en agosto el mando DualSense Edge, un modelo personalizable que mejora el DualSense en diversos apartados, pero no le dio precio ni fecha de salida. La verdad es que no me esperaba que costara más que el Xbox Elite que compré hace unos cinco años, que por entonces fueron 150 euros. Pero con la excusa de la inflación, la fortaleza del dólar y siendo una consola superventas, le sube un 60 % el precio y lo sitúa en los 240 euros o 200 dólares. Se pondrá a la venta el 26 de enero, pudiéndose reservar desde el 25 de octubre en algunos países, ninguno hispanohablante.

¿Un déjà vu? No, pero casi. Está claro que «esta noticia ya la he visto», pero por lo visto a Sony le gusta soltar la información con cuentagotas. Yo creo que es por las expectativas que tiene la gente sobre el juego, uno de los grandes de PlayStation tanto la expansión como el juego base, si no también por ver las virguerías gráficas que son capaces de hacer los de Insomniac fuera de la consola de Sony.

Sony está viendo como poco a poco Microsoft le va comiendo la tostada, en el tema de los videojuegos al menos. A pesar de ser lider en ventas mes a mes, y eso que no dan abasto con la producción de consolas, las adquisiciones y el Game Pass hacen que la compañía verde vaya ganando notoriedad y, poco a poco, se vaya acercando a la japonesa, así que es hora de contraatacar. Y ese contraataque se llama PlayStation Stars, y acaba de aterrizar en España.

Que Sony haya decidido lanzar sus juegos exclusivos en PC es de lo mejor que me ha podido pasar estos últimos años; sobre todo ahora que sigue siendo misión imposible conseguir una PlayStation 5 a un precio decente. Poder disfrutar de Spider-Man y Spider-Man: Miles Morales en mi PC es algo que no os hacéis una idea el gusto que me da.

Sony debía de tener celos de Nintendo, porque al poco de anunciar la gran N su Nintendo Direct, Sony hizo lo propio y dijo que para esa misma noche iba a emitir su State of Play, los eventos en que anuncia sus próximas novedades. Y así fue, dejando unos veinte minutos de evento en el que dejó tráileres de juegos nuevos y conocidos para PlayStation 5 y para las futuras PlayStation VR 2.

Sony quiere atraer la atención de los jugones sobre su último teléfono insignia con la edición Xperia 1 IV Gaming Edition. El móvil es el mismo que presentó en mayo y que lleva un tiempo a la venta, pero en este caso trae 16 GB de RAM en lugar de solo doce. Esta versión en realidad es un lote junto con el Xperia Stream, un accesorio que aporta algunas ventajas a los jugones que se pasen horas delante del móvil.

Las noticias de la adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft ha suscitado muchas críticas en el sector de los videojuegos. Es una compra de gran nivel, valorada en 68 700 millones de dólares, pero está teniendo que atravesar el escrutinio de los reguladores de la competencia de los distintos países en los que tiene presencia. No está yendo tan rápido como lo esperado, y una parte importante del asunto es cómo afectará la salida de franquicias como Call of Duty de PlayStation. Jim Ryan, director ejecutivo de Sony Interactive Entertainment, no ve fácil un acuerdo.