En el pasado CES, los fabricantes de televisiones dejaron claro que quieren apostar por el formato 4K de Ultra Alta Definición. Dicho de otro modo, que estas pantallas incluyen cuatro veces más píxeles que el actual formato Full HD de 1920x1080 píxels que ya casi se ha estandarizado en monitores de ordenador y casi en los smartphones Android de gama alta.
Por eso los servicios de streaming también van a tener que ir actualizando sus sitemas para incluir las películas y series en 4K, o de poco servirá una televisión de esa resolución si la vamos a ver igual que en un 2K (ahora mismo tienen un precio desproporcionado, pero irán bajando, como todo). Las buenas noticias es que una de las mejores series de este año, House of Cards, sería la candidata de Netflix, el servicio de streaming por excelencia, para inaugurar la era de los contenidos por internet a 4K, ya que la rodaron expresamente en este formato.
David Fincher, director y productor de la serie, es un gran fan de este formato con sus películas, The Social Network y Los hombres que no amaban a las mujeres, rodadas también en ese formato. Las pegas es que grabar así es más caro, además de que las necesidades de ancho de banda para reproducir el contenido son mayores. Ahora mismo las redes no soportarían este tráfico, que requeriría de conexiones de, al menos, 60 a 80 Mbps (cosa que no todo el mundo tiene). Teniendo en cuenta que en los países en los que se encuentra Netflix tienen una media de velocidad de streaming de contenidos desde Netflix de unos 2 MB/s (20Mbps), parece que tendrán que invertir bastante en infraestructura para que lo logren.