Netflix se está tomando en serio el presunto abuso sexual que el actor Anthony Rapp habría sufrido de Kevin Spacey en 1986 cuando apenas tenía 14 años. Tras la cancelación de House of Cards tras estrenar la sexta temporada, ahora la compañía ha suspendido la producción de la propia sexta temporada debido a esta polémica que gira en torno a Kevin Spacey. Estaba en marcha desde hace un mes.
Anthony Rapp es conocido ahora mismo por su papel de ingeniero en Star Trek: Discovery. La decisión la han tomado tanto Netflix como la productora Media Rights Capital, y no han establecido una fecha de levantamiento de esta suspensión, con la intención de «calmar los ánimos en el reparto de la serie y la plantilla».
Es una paradoja que en Hollywood lleven ocurriendo desde hace 100 años este tipo de cosas y que sea justo ahora cuando se han vuelto, valga la expresión, más papistas que el papa. Lo que ocurrió con Roman Polanski hace años es un buen ejemplo de ello, ya que ha seguido haciendo películas sin que le importara a nadie en Hollywood, y los que estaban allí hace 30 años e hicieron la vista gorda son los que ahora se llevan las manos a la cabeza.
No voy a opinar de si Spacey es culpable o no, ya que eso lo tiene que decidir un tribunal en el caso de que Anthony Rapp presente una denuncia. Es una acusación grave, sin duda, pero Kevin Spacey es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Tomar medidas profilácticas en este entorno por el caso Weinstein ha abierto ya una caja de Pandora que puede volverse en contra del propio sector si a cada acusación sin comprobar van a cancelar series y despedir actores, sin la pertinente condena de un tribunal competente. Brillante hipocresía centenaria.
Vía: EnGadget.