Una de las industrias más afectadas por la pandemia del COVID-19 es la cinematográfica. En teoría un cine es un caldo de cultivo para coger el virus y he de admitir que los cines (por la cuenta que les trae) están poniendo todas las medidas posibles para que eso no pase. Aun así el miedo de la gente a acudir a las salas es comprensible y eso está haciendo que todas las noticias que llegan desde esta industria sean «la película xxx se retrasa de forma indefinida». Y mucho me temo que esta es otra noticia de esas.
Nuestra protagonista es Wonder Woman 1984, la cual ha acumulado hasta cuatro retrasos, dos de ellos por culpa de la pandemia. Cuando parecía que junio de 2020 era la fecha definitiva, se movió a octubre, posteriormente a diciembre. Ahora se ha planteado una bifurcación en Warner: mover de nuevo el estreno a verano de 2021 o mantener la fecha de 25 de diciembre pero estrenar la película en HBO Max, el servicio (por ahora adicional y sin coste extra) de HBO. Por ahora no hay confirmación oficial y su estreno sigue fijado para diciembre en salas de cines, pero si me aceptáis un consejo, no reservaría las entradas.
Desde que empezó la pandemia se han dado todos los casos posibles. El estreno en cines de Tenet, con una taquilla buena aunque baja para una película de estas características. Está el caso de Mulan, estrenada en un servicio de vídeo bajo demanda como es Disney+ pero bajo la necesidad de un pago adicional al de la suscripción. También de Disney, el caso de Soul, que esta vez sí estará disponible sin pagar más para los suscriptores a Disney+ el 25 de diciembre. Y bueno, todas esa películas que no paran de anunciar retrasos como son Cazafantasmas, Viuda Negra o Sin tiempo para morir del agente 007 por mencionar algunas.
¿Cuál ha sido la fórmula ganadora? De momento ninguna, pero lo que sí sé es que el día que el cine se ponga a pleno rendimiento, me van a tener todos los días allí para ver todo lo que se ha ido retrasando.
Vía: Variety.