Hacía tiempo que no sabíamos nada de los chicos de iFixit, pero dan de lo que hablar por su desmontaje del Surface Pro. Y es que el despiece del nuevo ordenador portátil de Microsoft (va más allá de una mera tableta con su procesador Core i5) le da un bajo índice de reparabilidad. Una abismal nota de 1 sobre 10. Es una nota peor que el 2 sobre 10 del iPad (algo que parecía difícil de superar).
Lo primero porque para desmontarlo se requiere de una pistola de aire caliente para lograr despegar la pantalla con todo el adhesivo que han usado en su montaje, además de que podemos cortar uno de los cuatro cables que van a la pantalla al sacarla de su sitio, dejando inservible la tableta. Como podéis ver en la imagen, en su interior se encuentra una placa de ordenador completa, como las de cualquier portátil o equipo de sobremesa, que requieren de mucha más electrónica que las tabletas con procesadore ARM. Y se pueden ver dos pequeños ventiladores incrustados en ella.
La memoria RAM está soldada a la placa, y lo único que podría ser susceptible de ampliarse sería el disco SSD, que se trata de una pequeña placa con la memoria Flash soldada. La batería es de 5676 mAh, lo cual explica la poca duración de la tableta, y que se encuentra también firmemente pegada al chasis, algo que no se entiende hoy en día (pero al menos no está soldada).
Algunos otros detalles que han llevado a que consideren darle una nota de 1 sobre 10 es que hay que extraer cerca de 90 tornillos para demontarlo, o que la pantalla no es fácilmente reemplazable en caso de que ocurra un desastre con ella.
Hay que tener en cuenta que una tableta, incluso siendo un ordenador como es Surface Pro, no está diseñada para que sean fácilmente manipulables. Están diseñada para que ocupen poco espacio y no se recalienten, lo que muchas veces lleva a estas notas pobres de reparabilidad de iFixit, que siempre promueven el "hazlo tú mismo", que a muchos manitas nos gusta. Pero cuando no se puede, no se puede.
No habría estado mal de todas formas que fuera de más fácil apertura, o que la memoria RAM se pudiera cambiar fácilmente. 4GB no están mal, pero en un par de años quién sabe cuánta se necesitará. Por eso, si compráis una Surface Pro, tendréis que usarla con su configuración actual hasta que muera (o se termine en 2017 el soporte de Microsoft a la misma).