Hay algunas cosas que, aunque pueda parecer imposible, terminan cambiando. Si hace diez años uno de los grandes odiados en el mundo de la tecnología era Microsoft (y que conste que se lo ganó a pulso), hoy en día, y poco a poco, empieza a cambiar esa visión de Microsoft con olor a rancio y producto que no funciona bien, pero sobre todo de intentar ir por libre.

Un claro ejemplo fue lo mal que le salió la jugada de Internet Explorer, que en vez de abrazar estándares abiertos, intentó imponer sus soluciones propietarias en Internet. Pero en una encuesta realizada por Reuters a 853 personas de entre 18 y 29 años, Microsoft tiene mejor valoración que hace un año. Un 50 por ciento de ellos cree que la compañía está mejor vista que antes, por encima del 42 por ciento de Facebook y el 47 por ciento de Twitter, pero menos que el 60 por ciento que sigue pensando que Apple está mejor visto que antes.

En parte quizás por el lanzamiento de productos que realmente parecen interesantes, como Surface Pro y Windows Phone 8, así como Internet Explorer 10 y la gran campaña que lanzó para concienciar que ya no tiene nada que ver con el navegador arcaico y cerrado que era. En comparación con iOS, el sistema operativo móvil de Microsoft permite una mayor personalización, y sin pasar obligatoriamente por iTunes.

Aunque en algunos apartados no le esté yendo bien, como Surface RT, en otros sigue con el negocio a toda vela, como Xbox, la consola más vendida durante 25 meses seguidos. Con la presentación de la PlayStation 4 ayer, ahora todo el mundo tiene los ojos puestos en Microsoft, más expectante que nunca al anuncio de la Xbox 720. Aunque creo que Steve Ballmer preferiría que los jóvenes hablaran más de Windows 8, que es al fin y al cabo uno de los pilares de la compañía de Redmond.

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