Como comentábamos ayer, Windows 8.1 finalmente va a traer de vuelta algo que los usuarios más veteranos solicitaban: el botón de inicio. Además, otra característica que volverá es el arranque directamente al escritorio, rectificando una decisión de Steven Sinofski que le valió la salida de Microsoft (aunque siempre lo negará durante al menos los próximos 20 años).
Microsoft ha proporcionado la primera información oficial de características y, además de las indicadas, vienen otras que harán tener que volver a analizar Windows 8 de arriba abajo. Hacen especial hincapié en la personalización del sistema operativo, y que les puede volver a congraciar con el público desencantado con Windows.
En la pantalla de bloqueo podremos volver a poner nuestras fotos, ya sea localmente o procedente de SkyDrive, además de poder sacar fotos desde la pantalla de bloqueo (sobre todo interesantes para las tabletas). También podremos cambiar el fondo de la pantalla de inicio, y abandonar los colores planos entre los que podíamos elegir. Más opciones están con la posibilidad de ver todas las aplicaciones instaladas deslizando el dedo desde la parte inferior de la pantalla, además de algo que sabíamos sobre las Live Tiles: llegan dos nuevos tamaños, uno pequeño de 1x1 y otro grande de 4x4. Se ve más claro en la siguiente imagen.
Tampoco hay que olvidarse de que la pantalla compartida (snap view, el mismo que por cierto llegará a la Xbox One) para varias apps ahora permite cambiar la proporción de pantalla para cada uno (50-50, 60-40, etc), haciéndolo infinitamente más útil. Si queremos hasta podremos incluir tres aplicaciones en la misma pantalla. Mejoran también la forma de interactuar con ellas cuando tenemos dos o más monitores, pudiendo dejar la pantalla de inicio en uno de ellos, el escritorio o más aplicaciones.
La disposición de nuestra pantalla de inicio se sincronizará con aquellos PCs en los que estamos logeados, por lo que ya (aleluya) no tendremos que estar configurando lo mismo en todos ellos, o cuando reinstalemos Windows. Esto va a ser lo normal, ya que SkyDrive también aparecerá en el explorador de archivos, y de hecho será lo utilizado por Microsoft para sincronizar nuestro contenido en todos los dispositivos, igual al iCloud de Apple y soluciones similares de otras compañías.
El resto de aplicaciones también sufren cambios, como el charm de búsqueda, que añade resultados directamente desde Bing, mejora la visualización de los resultados (agregando todas las posibilidades, ya sean aplicaciones, páginas web, configuración, SkyDrive, etc.), además de proporcionar acciones sobre el contenido, como pueda ser reproducirlo o compartirlo.
Internet Explorer 11 también estará disponible junto con Windows 8.1. Incluye sincronización de pestañas (creo que era el único navegador que no lo tenía todavía), los desarrolladores de páginas web podrán crear Live Tiles directamente con sus páginas web (hasta ahora podíamos elegir cosas como el color y el texto a mostrar solamente) y así mostrar el contenido de un feed de RSS, bastante útil en páginas de noticias (como Geektopía).
Las aplicaciones que incluye de serie Windows (Music, Games, Sports, Weather, etc.) también recibirán mejoras, y añaden nuevas aplicaciones como Health & Fitnes (para llevar un control de nuestro ejercicio y calorías consumidas) y Food & Drink (recetas de cocina o creación de listas de la compra).
Esto y mucho más llegará en la versión de prueba pública estará disponible a partir del 26 de junio. Rectificación a tiempo de Microsoft, que a partir del próximo año se podrá centrar en mejorar Windows y no en capear el temporal de críticas que le han llovido en los últimos meses.
