Finalmente Intel ha presentado oficialmente su nueva gama de procesadores Haswell, dando los detalles que quedaban por conocer sobre ellos. Esta nueva serie de procesadores están pensados para ser utilizado en Ultrabooks e híbridos, por lo que no se trata de versiones de sobremesa con características limitadas para adaptarlos. Empezarán a distribuirse a partir del 4 de junio.
Son unos procesadores pensados para proporcionar un alto rendimiento por cada watio de potencia que consumen. Ese consumo también se reduce drásticamente en ciertas situaciones. Sé lo que estaréis pensando: Intel siempre presenta una nueva gama cada año, y siempre dicen lo mismo. Pero en esta ocasión, es ligeramente distinto.
Como he dicho, están pensados para Ultrabooks/MacBooks, por lo que la nueva tecnología que incorpora Haswell permite regular el voltaje del procesador mucho más acorde a las necesidades reales de la labor que estemos llevando a cabo, lo que en la práctica reduce drásticamente el consumo de batería. Es el primer factor importante con respecto a la generación previa, Ivy Bridge, pese a estar construida también en 22 nm, y que se resume en la siguiente transparencia.
En labores de reproducción de vídeo, dura hasta un 50 por ciento, ideal para los híbridos de portátil y tableta con Windows 8 que están vendiendo todas las compañías. La serie U de procesadores de Intel son los que menos consumen de todos, y eso hace que esta generación pase a un TDP (potencia que necesita disipar la refrigeración del sistema) de 15W frente a los 20W de la anterior. El efecto colateral es otro: ventiladores menos potentes, menos ruido, y menos consumo. Generar calor siempre es malo para el procesador, ya que produce bajadas de rendimiento a menos que esté bien refrigerado.
La serie Y de Intel (presentada a principios de año) va un poco más allá, y tan solo consumirá 7 watios en algunos de sus modelos gracias a reducir la velocidad y voltaje de los procesadores, aunque para algunos portátiles de bajo consumo para tareas básicas (o tabletas) van a ser los procesadores ideales. Haswell también es capaz de mantener un portátil en suspensión durante 10 días, ya que reduce hasta en un 95 por ciento la energia que consume estando en reposo. Esto empieza a poner en entredicho las ventajas de los procesadores ARM frente a los Intel, que son sobre todo de consumo. La guerra entre ambos se va a recrudecer este año en el segmento de los smartphones.
En cuanto a los gráficos, ya comentábamos hace unas semanas que la potencia gráfica integrada en los procesadores Haswell va a llegar a triplicar la de los Ivy Bridge. Las nuevas tecnologías denominadas Iris e Iris Pro hacen su entrada junto a los Intel HD Graphics 5000. Está en esa nueva gama de gráficos embebidos en donde le veo más problemas a la línea de procesadores Haswell. Al incluir mayores opciones de compra, va a causar en ciertos consumidores una mayor confusión. ¿Iris? ¿Iris Pro? ¿Serie U? ¿Serie Y? ¿GT1? ¿GT2? ¿¿¿Alguien que me lo explique??? Bueno, bromas a parte, quizás vaya a haber demasiados factores a tener en cuenta cuando queramos adquirir un procesador Intel de gama media o baja, quizás más de los que deberían existir.
Los precios de los procesadores estarán en los equivalente actuales a los que sustituirán. Por tanto, si el Core i7 3770 vale unos 255 euros, el equivalente Core i7 4770 estará por un precio similar, o incluso algo superior durante los primeros meses de ponerse a la venta. Haswell cuenta con un nuevo chipset, Intel Series 8, que proporciona mejoras en el soporte de periféricos (hasta 6 USB 3.0, 6 puertos SATA de 6 Gbps, etc.), pero usa el mismo socket LGA 1150, y pierde el soporte a las antiguas tarjetas PCI (PCI Express seguirá funcionando con soporte a la versión 3.0).
Haswell pone la primera piedra para la generación de procesadores del próximo año, que se supone deberían estar creados en 14 nm, llamada Broadwell. Que proporcionarán (lo habéis adivinado) un menor consumo y mayor rendimiento.