La situación de BlackBerry, otrora gran compañía de venta de teléfonos móviles, no es nada buena. Con su llegada tardía al mundo de los smartphones se ha visto relegada a una última posición en la guerra de los sistemas operativos móviles con su reciente BlackBerry 10. Su intento de convertirse en una empresa privada para reflotar la compañía también han terminado en el limbo.
El acuerdo al que llegaron el director ejecutivo Throsten Heins y el grupo Fairfax para adquirir la compañía de teléfonos ha sido finalmente cancelado. Se ha reconvertido en un acuerdo de inversión por un valor de 1.000 millones de dólares, la dimisión forzada de Heins y el cambio parcial de la junta directiva de BlackBerry.
El nuevo presidente de la Consejo de Administración será John Chen, que actuará también como Director Ejecutivo en funciones de la compañía mientras encuentran un nuevo CEO. Thorsten Heins llegó a BlackBerry en enero de 2012, y no ha conseguido sacar a la compañía canadiense del pozo en el que se estaba hundiendo a marchas forzadas.
Con los anuncios de hoy, las acciones de la compañía se han desplomado más de un 15 por ciento hasta situarse en los 6,6 dólares por acción. A principios de año, coincidiendo con la presentación de BlackBerry 10 y el terminal Z10, las acciones llegaron a superar los 17 dólares.
La inversión de 1.000 millones va a dar a BlackBerry un respiro para seguir financiando sus operaciones y poder seguir fabricando y vendiendo sus teléfonos. Pero la gran pregunta es: ¿hasta cuándo lo podrá hacer? Por que es evidente que BB10 no está a la altura de iOS y Android, ni siquiera de Windows Phone 8 (otro recién llegado), y no parece que vayan a presentar nada revolucionario que pueda granjearles un gran éxito de ventas.
Vía: Ars Technica.