Hace unos meses comentábamos que la Unión Europea quería establecer un cargador universal en los distintos tipos de dispositivos electrónicos, ya fueran routers, teléfonos, mandos o tabletas. El Parlamento Europeo de momento ha votado a favor de esa normativa de cargador universal, y la conexión elegida para estandarización sería la que ya usan la inmensa mayoría de fabricantes de teléfonos, el microUSB.
El principal motivo que aducen es que de esta forma se reducen los residuos y por lo tanto se mejora el medio ambiente. También hay una clara ventaja para los usuarios, que no tendrán que guardar mil y un cargadores en sus cajones, y tirar los que ya no sirven. Una última afecta a los propios fabricantes, ya que les permite reducir costes al no tener que incluir un cargador (o cable y cargador) en sus productos (y seguramente manteniendo los mismos precios, como buenas empresas que son).
Sobre el impacto al medio ambiente, el grupo Verde de la Eurocámara asegura que el 47% de los móviles se acumulan en nuestros hogares, y tan sólo el 3% de los dispositivos se terminan reciclando. Esta medida también ayudaría a los consumidores a ahorrar 300 millones de euros anuales.
El mayor perjudicado por este movimiento sería Apple, ya que actualmente utiliza un conector Lightning en sus dispositivos que tiene multitud de ventajas con respecto a un conector microUSB a USB, como pueda ser mayor tasa de transferencia, seguridad, y una mayor facilidad para conectarlo. En la práctica seguramente todo pase por obligar a la empresa a incluir un adaptador Lightning/microUSB en sus productos.
Ahora sólo queda que la Comisión Europea acepte esta nueva normativa para que se hagan los preparativos de su entrada en vigor. Los países miembros tendrían dos años para adaptarse a la normativa, y los fabricantes un año adicional.