La empresa DisplayMate, especializados en crear kit de prueba para las pantallas más importantes del mercado, es la que en los últimos años siempre ha refrendado que el iPhone contaba con la mejor pantalla del mercado. Al menos, hasta que ha llegado el Galaxy S5 y le ha quitado el título.
Samsung ha estado evolucionando la tecnología OLED de sus pantallas hasta el punto que ha superado a la que se consideraba mejor, la LCD, en todos los aspectos: brillo, contraste, precisión de los colores, gestión de colores, calidad de imagen, rendimiento a luz de día, uniformidad en la pantalla y ángulos de visión.
Además, según Samsung, esta pantalla consume un 27% menos que la del S4, por lo que si bien podríamos pensar que una batería de 2.800 mAh podría quedársele pequeña, se está demostrando que no es así.
Desgraciadamente el mercado Android está saturado y con la gama alta del año pasado a 350 euros (frente a los 700 de la nueva gama alta), sin otras características que la hagan interesante por ahora no son una compra recomendable para aquellos que tengan un presupuesto limitado o que quieran sacar el mejor rendimiento potencia/precio a su nuevo smartphone. Aunque eso sí, no ha salido todavía a la venta y ya se puede encontrar por 665 euros (64€ menos que los oficiales 729€). El mundo de Android está un poco revuelto en los precios.
Fuente: DisplayMate. Vía: 9to5Google.