La idea de Microsoft durante el desarrollo de la Xbox One fue la de convertirla en un auténtico centro multimedia. Sus capacidades de integración con los canales de televisión, además de los distintos servicios de películas y series bajo demanda (Netflix, Hulu), se quedaban un poco cortas para muchos usuarios. Pero con la llegada de Plex a la consola, ya no hay necesidad de tener nada más conectado a la televisión.
Plex es una aplicación, o serie de aplicaciones, que permiten hacer de servidor de vídeos y además reproducirlos. Es un protocolo más en el maremagnum de distintos protocolos y productos para el streaming casero, pero es el que está presente en más dispositivos. Desde el iPad hasta las televisiones inteligentes, y pasando ahora por la Xbox One. Nuestra biblioteca multimedia disponible en una cómoda aplicación.
El punto malo, y que no me termina de convencer, es que se necesita una suscripción de Plex Pass. Se trata de los servicios en red de Plex, como sincronización de configuraciones y otra serie de herramientas. Eso implica un pago de 4,99$ al mes, 39,99$ al año o una suscripción vitalicia de 149,99$.
La compañía proporcionará acceso a Xbox One en un futuro cercano como suscripción independiente, pero mientras tanto hay que recurrir al Plex Pass.
Vía: TechCrunch.