La situación financiera en Rusia ha comenzado a degradarse rápidamente en los últimos días y actualmente está al borde de un proceso de hiperinflación. Puesto que sectores claves como el petróleo o el gas son estatales y su precio no cambiará tan rápidamente, los afectados son los productos extranjeros, sobre todo tecnológicos. Por eso Apple ha decidido detener la venta de sus productos en la Apple Store Online.
La crisis que tienen encima los ciudadanos rusos, como siempre por culpa de sus políticos, la comparan con la que sufrieron tras la caída del Muro de Berlín y el fin de la Guerra Fría. Subidas diarias elevadas de los precios de productos básicos, y pérdida del valor real del real. Los precios suben y el dinero vale menos. Mal negocio para las empresas tecnológicas.
Apple es la primera en dar el paso de empezar a cerrar su negocio, pero seguramente en los próximos días haya más multinacionales que tomen medidas para evitar importantes pérdidas en sus cuentas de un mercado con 145 millones de habitantes. La compañía ya aumentó hace poco el precio del iPhone para intentar compensar la fluctuación del rublo, pero finalmente ha decidido detener su actividad online. Los productos en las tiendas físicas de Apple ya han pagado los debidos impuestos de importación, pero los productos online no se envían desde Rusia por lo que seguir importando los productos produciría pérdidas directas a la compañía por cada unidad vendida.
Rusia lleva meses atacando a las grandes multinacionales extranjeras, sobre todo estadounidenses, y la situación económica actual, unida a la crisis diplomática de Ucrania con clima de preguerra, le puede servir como excusa a Putin para realizar una ronda de nacionalizaciones y expulsiones del país de aquellos ciudadanos y empresas extranjeras que no quieran pasar por el aro del neototalitarismo ruso.