El terreno de las comunicaciones encriptadas es bastante resbaladizo. Si bien son necesarias para que cualquier usuario de Internet pueda establecer conversaciones privadas con sus interlocutores, hoy en día son utilizadas por toda clase de delincuentes para tramar atentados como el de la semana pasada al diario satírico Chalie Hebdo.
Quizás se podría haber evitado si las comunicaciones entre los implicados en el asalto al diario, y eso le ha dado algo a lo que aferrarse a David Cameron para asegurar que quiere prohibir las comunicaciones encriptadas en territorio británico. Salvo, claro está, que se le de al gobierno una puerta trasera a las comunicaciones para poder supervisarlas. Exacto, es lo mismo que el proyecto PRISM de la NSA.
El terreno de las comunicaciones encriptadas están valiendo incluso como indicio de delito. El mediático juez Bermúdez de la Audiencia Nacional decretó en diciembre la detención de varios sospechosos de estar involucrados en actividades terroristas por el mero hecho de utilizar este tipo de comunicaciones. En su caso, incluso utilizando servicios todavía más seguros como Ryse Up. Como dicen, no es un delito usar servicios encriptados, pero sí que es un indicio de delito.
Vía: Ars Technica.