Los teléfonos actualmente no cuentan con sistemas de refrigeración, y tampoco deberían necesitarlo. Al menos en teoría, porque en la práctica sí que incluyen sistemas de refrigeración pasiva y/o los componentes que se calientan están situados de tal forma que queden lejos de las zonas por las que los sujetaríamos. Pero sigue habiendo momentos en los que pueden calentarse mucho, como al ver películas o al jugar.
Fujitsu tiene una solución a estos problemas con un sistema de refrigeración líquida. Algo que es habitual en PCs de amantes del overclocking puede serlo también en teléfonos inteligentes gracias a un sistema de tuberías de 1 mm de grosor rellenas de líquido refrigerante. El líquido en estado gaseoso mueve el calor de los componentes que se calientan hacia zonas más frías, en donde se condensa el gas en líquido y se disipa el calor.
El sistema incluye un elemento, el evaporador, que consta de una serie de láminas de cobre con minúsculos poros que imitan a los capilares para permitir que el líquido fluya en torno al circuito asegurando que la orientación del teléfono no afectará a la transferencia de calor. Además, este sistema no tiene impacto en el consumo de batería al ser un sistema de refrigeración pasiva.
Por ahora sólo está en fase de prototipo, y esperan poder tener un modelo comercial en 2017.