Satya Nadella ha realizado una reestructuración a nivel interno de Microsoft bastante importante, y la máxima baja del proceso ha sido Stephen Elop, exdirector ejecutivo de la compañía, que se pasó a Nokia, y que regresó a Microsoft al absorber la división de dispositivos de la compañía finesa. Ahora se queda directamente fuera de Microsoft, después de que sonó su nombre para sustituir a Steve Ballmer.
La reestructuración tiene como centro de atención más importante la creación de una nueva división de Windows y Dispositivos. Tiene bastante sentido el movimiento puesto que Windows 10 es un único sistema operativo, o así lo ha querido vender Microsoft, y lo cierto es que ha calado hondo. Eso sí, para ser un sólo sistema operativo sigue habiendo siete versiones distintas. La creación de esta división es la que le da la patada a Elop.
La división de Nube y Empresas sigue con la misma dirección como hasta ahora pero añade a su portafolio el software de gestión empresarial. La división de Aplicaciones y Servicios también añade los productos de educación a los que supervisará. En estos movimiento también hay ejecutivos que se van y otros que son promocionados, pero en realidad no son movimientos importantes teniendo en cuenta el tamaño de Microsoft.
La eliminación de una división independiente para la fabricación de dispositivos, en los tiempos que corren, no parece necesaria. Todo va a funcionar con Windows 10 y por tanto parece más lógico que la división que se dedica a desarrollar el software también supervise el hardware para crear una mayor integración entre ambos. Eso significa que tendremos teléfonos Lumia para rato, ahora que están teniendo una mayor visibilidad gracias a Windows 10.