La historia de Windows 8 ha sido un poco gris. El concepto del sistema operativo era bueno, pero una mala prensa inicial y usuarios que se oponían a los cambios introducidos por Microsoft hicieron que mucha gente no quisiera acercarse a Windows 8. Por si acaso. Cierto es que Windows 8.1 es lo que debería de haber sido Windows 8, pero el daño ya estaba hecho cuando llegó la actualización.
Por eso la cuota de mercado de Windows 8.x ha alcanzado sólo un 16% según los datos de NetMarketShare en estos casi tres años desde que llegara a finales de 2012. Ese porcentaje va a caer en picado en cuanto llegue Windows 10 el 29 de julio gracias a que será una actualización gratuita para Windows 7 y 8.x.
La estrategia de Microsoft pasa por embarcar al máximo de usuarios posibles a Windows 10 debido a que incluye multitud de servicios con modelo freemium o gratis hasta que decidas pagar, como por ejemplo una perfecta integración con OneDrive, que llevará a muchos a contratar Office 365 para conseguir espacio ilimitado de almacenamiento en la nube.
También a comprar aplicaciones y juegos en la remodelada Windows Store, o a picar con el servicio de streaming de juegos de Xbox One a PC, haciendo que más de uno se plantee comprar la XBO en vez de la PS4 las próximas navidades. Y sólo nombrando algunos ejemplos. Sobre el papel parece que todo son ventajas para Microsoft cuando los usuarios acepten instalar gratuitamente Windows 10 en sus equipos.
Vía: TechCrunch.