Google presentó en septiembre del año pasado los primeros dispositivos Android One. La idea de Google es que los fabricantes se adhieran a unas especificaciones comunes a todos los terminales para que Google se encargue de actualizar los dispositivos directamente, como hace ahora con los Nexus, pero no se implica en su fabricación y venta, sólo en el software.
Un objetivo secundario de Google es evitar la escalada de la fragmentación en Android en los países emergentes, principal causant de que actualmente haya más de 24.000 modelos de teléfonos Android distintos en uso en el mundo. Pero Android One ha sido un fracaso, y por eso Google planea insuflar nueva vida al proyecto.
Todo pasaría por presentar en las próximas semanas un nuevo plan, según el director de Google para el sureste asiático, Rajan Anandan. Lo poco que ha dicho sobre el tema en una entrevista al The Financial Times es que harán lo posible para que los nuevos teléfonos inteligentes tengan un precio de 50 dólares.
Los actuales terminales de 100 dólares incluye un procesador MediaTek de cuatro núcleos, 1 GB de RAM y 4 GB de almacenamiento, con pantalla de 4,5 pulgadas y resolución 480 x 854 píxeles. Un año después esta configuración habrá descendido de precio notablemente, pero no hasta el punto de que cuesta 50 dólares (porque gran parte del precio son coste de patentes). Eso abriría un posible escenario en el que Google subvencionara de manera directa su compra para reducir el precio al mínimo.
Vía: The Verge.