Un ingeniero de Google lleva desde el año pasado probando la calidad de los cables USB Type-C que caen en sus manos, y ha descubierto que más de uno es de mala calidad, incluido el que vendía OnePlus. Desde entonces no ha dejado de probar nuevos modelos, pero ha tenido un problema con uno específico, que ha provocado un desenlace fatal: su portátil Chromebook Pixel ha resultado gravemente dañado.
Es el cable de la compañía Dodgy, cuya calidad deja mucho que desear, y pone el énfasis en que hay que comprar cables USB Type-C de marcas conocidas y plenamente testados. Benson Leung, el ingeniero, contactó con Dodgy, que retiró inemdiatamente del mercado el producto (por las potenciales demandas).
La electrónica de estos cables, de no estar adecuadamente implementada siguiendo los esquemáticos recomendados y usando componentes de calidad y adecuados, pueden tener efectos adversos en los dispositivos y, como ha comprobado Leung, dañarlos. A medida que el conector Type-C se convierta más popular en los teléfonos, este tipo de problemas se irán haciendo cada vez más comunes.
Vía: 9to5Google.