El acuerdo al que Google llegó con la hacienda británica ha sido objeto de investigación por parte de una comisión del parlamento de dicho país. La cifra acordada se hace escasa a muchos, aunque la compañía ha indicado que, en virtud de su acuerdo, no tiene por qué pagar más impuestos que los que está pagando, ni futuros ni con carácter retroactivo.
El gobierno francés también considera que la compañía estadounidense no ha pagado todos los impuestos que debiera, estimando que Google debe 1.600 millones de euros a las arcas públicas. Un portavoz de la compañía de Mountain View ha indicado al respecto que la compañía ha obedecido las leyes fiscales de todos los países en los que opera.
La cifra indicada aún no es oficial pero, cuando lo sea, podrá ser rebatida por Google ante los tribunales en caso de que no esté conforme. Sin embargo, al contrario que el gobierno británico, las autoridades francesas no están interesadas en un acuerdo.
No obstante, las leyes de la Unión Europea eximen a las compañías que no tengan un asentamiento permanente en un país de pagar impuestos, por lo que se establecen en países con menor presión fiscal, como Irlanda. Aunque esto podría cambiar en el momento que que la UE lance una investigación conjunta sobre materia fiscal transnacional.
Vía: The Next Web.