El gobierno británico implantó el año pasado su versión de la Tasa Google en el país, llamada Diverted Profits Tax (Impuesto sobre Beneficios Evadidos). Este proyecto legislativo permitía imponer un impuesto sobre aquellos beneficios de la compañía se estime hayan sido enviados a paraísos fiscales.
El vicepresidente de finanzas de la compañía, Tom Hutchinson, se presentó ante el comité del parlamento británico que está investigando el acuerdo alcanzado con la hacienda del país para pagar 172 millones de dólares en impuestos atrasados. Ante los congregados, indicó que, en virtud del acuerdo alcanzado, la Tasa Google no se les puede aplicar, ni con carácter retroactivo ni en el futuro, ya que pagan los impuestos que les corresponden y que, por lo tanto, no tienen que pagar más.
A parte de esto, Hutchinson indicó que las estrategias fiscales que realizan para reducir el importe de impuestos que pagan no afectan a los impuestos que pagan en Reino Unido. Estas maniobras, por las que mandan los beneficios a las Bermudas, las realizan para reducir los impuestos que pagan en Estados Unidos.
Por otro lado, defendió la gestión de su equipo, quienes tratan de gestionar de la manera más eficiente posible sus asuntos fiscales, habiendo pagado un 19 por ciento de impuestos sobre sus beneficios a nivel mundial. Este dato fue confirmado por el presidente de Google para EMEA, Matt Brittin, quien también declaró ante la comisión.
Vía: Bloomberg.