Con la Xbox One intentando no ceder más terreno del necesario a la PlayStation 4, Microsoft ha cedido detener la producción de la Xbox 360. Ha estado diez años a la venta, y actualmente con la disminución de ventas era cuestión de tiempo que se dejara de producir.
Según los datos de Microsoft, se vendieron 84 millones de unidades hasta junio de 2014, momento en el que dejó de desgranar los datos de ventas de Xbox para no seguir dando los datos de ventas de Xbox One.
Además, la última consola de Microsoft en su actualización del pasado noviembre permite ejecutar juegos de Xbox 360 mediante la retrocompatibilidad, así que al menos los juegos se seguirán vendiendo sin problemas, y los jugones podrán pasarse a la nueva consola manteniendo parte de su biblioteca.
Vía: Ars Technica.