ARM es la compañía inglesa responsable de la arquitectura utilizada en la mayoría de los procesadores usados en teléfonos inteligentes. Generan sobre todo propiedad intelectual, ningún producto físico implementado, y en esa PI se basan compañías como Apple, Samsung o Qualcomm para crear otros chips personalizados.
Ahora han presentado los núcleos Cortex-A73 Artemis, sucesores de los Cortex-A72 de 64 bits usados en buena parte de los procesadores de gama alta, como el Kirin 950 de Huawei. Está centrado en la eficiencia energética, con mayor potencia que el Cortex-A72, manteniendo además un tamaño inferior de 0,65 mm2 por núcleo.
Permite utilizar entre uno y cuatro núcleos por clúster, siguiendo el paradigma big.LITTLE de mezclar dos clústeres en muchos de los procesadores actualmente en uso, uno de menor velocidad para trabajo eficiente, y otro de mayor velocidad para tareas pesadas. Los Cortex-A73 permitirían también mantener durante más tiempo los niveles máximos de rendimiento antes de que se empiecen a reducir sus frecuencias.
Cada núcleo incluye 64 KB de caché L1, un aumento con respecto a los 48 KB del Cortex-A72, y que supondrá menos fallos de caché y un aumento en el rendimiento de los procesadores que los utilicen. Incluye también mejoras en las ALU (unidades aritmético lógicas para realizar tareas sencillas como suma y desplazamientos), la interfaz de memoria o las colas de ejecución, todo orientado a un uso más eficiente de los recursos del chip.
Resumidos los detalles técnicos de los cambios, recogidos a la perfección por AnandTech pero que a la mayoría en realidad no os interesará profundizar hasta ese nivel en el Cortex-A73, es que promete con respecto a los Cortex-A72 una mejora del 15 % en el ancho de banda de memoria, un 10 % más de rendimiento y un 5 % más de rendimiento en el procesamiento de datos como por ejemplo en la reproducción de vídeo o computación. Todo ello ahorrando un 20 % de energía.
ARM también está embarcada en generar PI sobre procesos de fabricación de procesadores que implementen su arquitectura y núcleos, aunque con la intención de que puedan entrar más competidores. El ejemplo de implementación de ARM de estos núcleos Artemis se centran en una configuración de dos núcleos Cortex-A73 acompañados de cuatro núcleos Cortex-A53, también para mantener el tamaño del chip al mínimo con un proceso de fabricación a 10 nm desarrollado junto a TSMC. Todo ello con un consumo de 750 mW con frecuencias de hasta 2,8 GHz.
Los procesadores con Cortex-A73 se empezarán a ver en el mercado en 2017.
Vía: AnandTech.