Con cada vez más frecuencia hay países que no son capaces de cubrir todas las vacantes que tienen en el sector tecnológico. Finlandia es uno de ellos, ya que no consigue cubrir miles de puestos de desarrollador de software.
La paradoja es que, aunque se considera que la industria del software es clave para la recuperación de la economía nacional, las vacantes no se cubren al obstaculizar las políticas migratorias del país la contratación de trabajadores extranjeros cualificados. Como muchas compañías consideran que no es su función formar a perfiles júnior para puestos sénior, buscan empleados cualificados en el extranjero. Sin embargo, sólo conseguir los permisos de residencia y de trabajo son seis meses de trámites.
La cifra de vacantes está en torno a los 7.000 puestos, los cuales podrían cubrirse con los más de 15.000 empleados despedidos por Nokia y Microsoft. El gobierno finés está tratando de que Microsoft se comprometa a ayudar a buscar empleo a los que han sido despedidos, ya que las perspectivas laborales de los mismos no son tan buenas.
A pesar de que los finiquitos incluyen cursos de reciclaje y formación, estos trabajadores suelen estar demasiado especializados en área concreta. Además, las compañías jóvenes son reacias a contratar a ingenieros que vengan de entornos corporativos, ya que el ritmo de trabajo es muy distinto al de una gran compañía.
Vía: Venture Beat.