Cuando PlayStation 3 salió al mercado, lo hizo con la posibilidad de instalar el sistema operativo Linux en su interior, algo que hizo frotarse las manos a la comunidad de hackers que no tardó en comenzar a explotar dicha posibilidad. Sin embargo, en marzo de 2010 Sony decidió eliminar esa posibilidad en la actualización de firmware 3.21 debido, según ellos, a problemas de seguridad.
Además no solo lo hizo en las nuevas consolas que vendía si no en todas, lo que le valió una demanda colectiva por parte de más de 10 millones de usuarios al haber restado funcionalidades de un producto que ya habían pagado. Ahora un juzgado de California ha dado la razón a los usuarios, que podrán reclamar una indemnización económica de entre 9 dólares a 55 dólares.
Para ello tendrán que ser capaces de demostrar que la posibilidad de instalar otro sistema operativo fuera uno de los motivos por los que compraron la consola y que tenían intención de usarla. Los 55 dólares los obtendrán si demuestran, aportando número de serie de la consola y cuenta de PS Network, que tenían Linux instalado en sus consolas cuando Sony decidió eliminar el soporte.
Podrán reclamar esta indemnización los estadounidenses que compraran el primer modelo de PlayStation 3 (el llamado fat), entre el 1 de noviembre de 2006 y el 1 de abril de 2010. Además, Sony tendrá que usar su base de datos de usuarios de PS Network para hacer llegar este conocimiento a todos los usuarios de la consola, e incluso comprar espacios publicitarios en conocidas webs de videojuegos para anunciarlo.
Vía: Ars Technica.