Como un pizzero en su vespa que va a entregar su reparto, un cohete Falcon 9 de SpaceX, propiedad de Elon Musk, ha puesto en órbita una cápsula de suministros para la estación espacial internacional y ha vuelto para contarlo, aterrizando en tierra firme por segunda vez en la historia de la empresa.

Quizás pueda suponer algo poco impresionante, pero lo logrado por SpaceX es casi un hito en la humanidad. Cohetes reutilizables que permiten amortizar el coste de fabricación usándolos en multitud de misiones en vez de en una sola. El sueño de Elon Musk se ha cumplido una vez más, y por segunda vez al aterrizan en tierra firme en vez de en las habituales plataformas autónomas.

La misión consistía en lanzar un cohete de dos piezas. La primera de ellas contenía 2.300 kg de suministros y equipo científico que tras separarse de la segunda pieza (el cohete propulsor), a una altura de 490 kilómetros (considerada baja órbita), se acoplaría tras dos días orbitando alrededor de la Tierra a la estación espacial internacional y se desecharía, mientras que la segunda fase volvería a tierra firme aterrizando verticalmente como ha sucedido en otras pruebas. Y a falta que la recogida de la cápsula salga bien, hay que decir que la misión ha sido todo un éxito.

P.D: quedaos hasta el final del vídeo, que hay una pequeña sorpresa.

Vídeo

Vía: Techcrunch.