Hace pocos días, un cohete Falcon 9 junto con su carga, un satélite AMOS-6, explotó durante unas pruebas en la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral. Pero la desgracia para SpaceX, la empresa de Elon Musk, aún no ha terminado.
El satélite era parte del proyecto de Internet gratuito de Facebook, y pertenecía a la compañía Spacecom, la cual está solicitando 50 millones de dólares como compensación, aunque también se conforman con un vuelo gratuito. La compañía ha estimado que sus pérdidas estarán entre los 30 y los 123 millones de dólares.
La mancha en el expediente de SpaceX no es muy grande, ya que han realizado unos 70 vuelos por valor de 10.000 millones de dólares, aunque es un revés de relaciones públicas. Por el momento, SpaceX está investigando el incidente, lo que puede disipar las dudas de futuros clientes.
Vía: EnGadget.