Nvidia ha puesto mucho empeño en los últimos años en hacer de sus tarjetas gráficas un referente en el mundo de la computación. Eso ha llevado también a proyectos paralelos como DRIVE PX de sistema de conducción autónoma, y su actualización DRIVE PX 2. Ahora ha encontrado en Bosch un nuevo socio para avanzar en este terreno.
Ambas compañías van a colaborar en una supercomputadora de a bordo para los sistemas de conducción autónoma de los vehículos. Estará basada en la tecnología de DRIVE PX —sobre todo las plataformas de programación paralela y aprendizaje automático—, aunque será algo distinto, y que utilizará Xavier, un procesador ARM con GPU de arquitectura Volta.
Bosch se encargará sobre todo de llevar la producción de estos sistemas de conducción autónoma al mercado mayoritario, que permitirá la producción en masa de vehículos autónomos. Además, Bosch también se centrará en el desarrollo de los sensores de estos sistemas, ya que la compañía es muy importante en ese sector. Nvidia se centrará en el software y el resto del hardware.
Vía: Ars Technica.