La puesta a la venta de los procesadores Ryzen 7 y las buenas ventas de la RX 470 y 480 durante el primer trimestre del año no han conseguido que, un trimestre más, AMD haya terminado con pérdidas. Los ingresos de la compañía fueron de 984 millones de dólares, un 18 % más que en el mismo periodo de 2016, y las pérdidas de 73 M$.
La compañía asegura que ese aumento de ingresos ha sido motivado por la fuerte demanda de sus procesadores Ryzen 7 —a lo que añado que igual habría sido superior si hubieran habido más oferta de placas base AM4—. La compañía asegura que ha habido un aumento en la demanda de sus divisiones de Computación y Gráficos, así como de la de Empresas, Embebidos y Semipersonalizados. La subida de esta última apena ha sido del 4.5 %, por lo que el grueso de la mejora corresponde a una mejor venta de las Radeon y los Ryzen 7.
Entre las informaciones destacadas por la compañía para el trimestre pasado y el actual, la compañía ha asegurado que las tarjetas gráficas Vega se pondrán a la venta en este 2T. Ha recalcado que se ha rediseñado la arquitectura desde cero para asegurarse de que es una arquitectura que puede afrontar las cargas de trabajo tanto visuales como de computación, incluido un nuevo subsistema de memoria, un nuevo gestor de geometría de nueva generación, un renovado motor de computación, y un nuevo motor de píxeles.
Sobre el procesador que utilizará proyecto Scorpio, la próxima consola de Microsoft, AMD ha indicado que está basado en un SoC de AMD altamente personalizado por Microsoft y que estará disponible en las navidades de este año. También ha recordado la alianza estratégica con Bethesda para crear títulos altamente optimizados para las librerías de bajo nivel —aquí entendería sobre todo Vulkan—, y sobre todo para sacar el máximo rendimiento a los procesadores Ryzen 7.