Análisis: GeForce GT 1030 2GH LP OC de MSI

Las tarjetas gráficas con chips de arquitectura Pasal llevan en torno a un año en el mercado, y no ha sido hasta hace poco que Nvidia ha decidido renovar los modelos de gama baja. La primera de ellas ha sido la GT 1030, que es una tarjeta de muy poco consumo y con un rendimiento bastante decente para juegos de deportes electrónicos.

Ese poco consumo permite que se pongan a la venta una buena cantidad de modelos que simplemente incluyen un disipador de buen tamaño, como el modelo que aquí analizo de MSI.

Inspección visual y arquitectura

La caja de la GT 1030 2GH LP OC de MSI es bastante básica y de aspecto interior bastante barato. Tampoco se necesita mucho más para vender una tarjeta gráfica. Se trata de una tarjeta con un dispador negro, pero también es un modelo de perfil bajo, que se vende junto a un adaptador adicional para este tipo de equipos.

Generalmente son equipos preensamblados de fabricantes como Dell, por lo que es perfecta para aquellos que quieran actualizarlos y que contengan tarjetas gráficas de hace unos años, porque además suelen estar bastante limitados por fuentes de alimentación de poca potencia.

El chip en el que se basa esta tarjeta es el GP108 de Nvidia, que incluye 384 núcleos CUDA, 24 unidades de textura, 16 unidades de renderizado, con 2 GB de memoria GDDR5 a 6 GHz. Está fuertemente limitado el ancho de banda ya que dispone de un bus de memoria de 64 bits, lo que arroja un ancho de banda de 48 GB/s. Su consumo se sitúa en los 30 W.

Está ligeramente subida de fábrica, pasando de los 1227 MHz de base a los 1265 MHz, y de los 1468 MHz de turbo a los 1518 MHz. Eso puede arrojar de base una subida en torno al 2 % o menos, que tampoco es una mejora notable, pero en este tipo de modelos siempre se agradece.

No hay gran cosa a destacar más de esta tarjeta de MSI, ya que solo incluye un conector HDMI 2.0b y un DisplayPort 1.4 como conexiones de vídeo. Entra dentro de las tarjetas funcionales, sin extras y sin grandes alardes en su fabricación.

Equipo de pruebas

El equipo principal de pruebas utilizado para realizar todas las mediciones lo tenéis a continuación. La habitación donde se han hecho las pruebas estaba a 26 ºC. Es un equipo que no limita de ninguna forma a una tarjeta de tan bajo rendimiento como es esta, y se ha probado con la versión de Windows 10 Creadores y el modo juegos activado.

Pruebas de rendimiento

Debido al tipo de tarjeta de baja potencia que es, he obviado en esta ocasión las pruebas de rendimiento en función de distintos procesadores porque ya la RX 460 no se veía limitada por los habituales Penitum G4560, Core i3-6100 o Core i5-6400 que uso para probarlo. La RX 550 es una tarjeta que está notablemente por debajo de la potencia de la RX 460, por lo que es algo innecesario a estudiar con cualquier procesador vendido actualmente.

Además, debido al tipo de tarjeta de bajo rendimiento orientado a jugar a 1080p, tampoco he probado en esta ocasión el rendimiento a 1400p y mucho menos a 4K como hago habitualmente con el resto de tarjetas gráficas.

Ashes of the Singularity

Ashes of the Singularity es más una prueba de rendimiento que un juego, y hay que tomarlo como tal. Aun así, resulta interesante probarlo debido a que es el más avanzado en cuanto a aprovechar las posibilidades de las DirectX 12. Aunque en estas gráficas no se vea, es un juego que se beneficia muy notablemente del número de núcleos más que de su potencia, por lo que en los ocho núcleos obtiene resultados de rendimiento prácticamente el doble que en procesador de cuatro núcleos en tarjetas potentes como la GTX 1080.

Comparativa de GPU

Rise of the Tomb Raider

Este juego de Microsoft Studios es bastante exigente en cuanto a procesador, aunque sobre todo si se quiere jugar con las DirectX 11. Bajo las DX12 descarga de trabajo al procesador, con lo que incluso un i3-7100 es suficiente como para aprovechar bastante bien las tarjetas gráficas más potentes. Los parámetros puestos son todo al máximo, quitando PureHair y HBAO+.

Comparativa de GPU

Hitman

Hitman es compatible con DX12 bajo las tarjetas gráficas de Nvidia y AMD. En el caso de las tarjetas Pascal, consiguen una mejora de rendimiento en los modelos con más memoria y potencia. Puesto que está probado a todo al máximo, en las tarjetas de menos VRAM puede haber una pérdida de rendimiento al usar las DX12.

Comparativa de GPU

Total War: Warhammer

Total War: Warhammer recibió el parche que activaba las DirectX 12 y la computación asíncrona tiempo después de su puesta a la venta. Pero fue bastante bien recibido por los usuarios de AMD, porque aumentó notablemente el rendimiento del juego en estas tarjetas gráficas.

El juego es dependiente de la potencia del procesador, pero sobre todo en DX11, ya que en DX12 descarga bastante trabajo del procesador y permite obtener bastante más rendimiento adicional al combinarlo con otros procesadores de cuatro y ocho núcleos.

Comparativa por GPU

Deus Ex: Mankind Divided

Eidos ha añadido un nuevo título con compatibilidad a DirecX 12, en la línea de Rise of the Tomb Raider. Es un juego exigente en el apartado de los gráficos, sobre todo en los efectos, aunque a simple vista a muchos jugadores no impresione demasiado la calidad gráfica del juego.

Comparativa por GPU

Gears of War 4

Gears of War 4 es un ejemplo de juego DirectX 12 en el que no necesariamente salen beneficiadas las tarjetas gráficas de AMD. La arquitectura Pascal de Nvidia es compatible con la computación asíncrona, que se puede activar y desactivar en la prueba de rendimiento dentro del juego para ver su efecto, y que lo examiné cuando el juego salió al mercado. Esto desmiente una de las mentiras que más circula por Internet de que las tarjetas gráficas de Nvidia no son compatibles con la computación asíncrona.

Comparativa por GPU

Dirt Rally

DiRT Rally es un ejemplo de juego de carreras en el que el escenario está muy cuidado, pero tampoco es especialmente exigente en el apartado gráfico. El juego incluye una prueba enlatada, que consiste en cuatro etapas, y va cambiando entre vista exterior e interior. La calidad se pone a ultra, con antiescalonamiento 2x MSAA.

Comparativa por GPU

The Division

The Division es uno de los juegos en línea que más éxito tuvo en 2016, pero al que la falta de contenido de alto nivel le lastra la fidelización de los jugadores. El banco de pruebas incluido es muy completo en el sentido del recorrido que hace la cámara, que pone a prueba diversas características de calidad de imagen, explosiones y muñecos en movimiento. Además, los FPS varían poco o nada de una ejecución a otra, por lo que es una prueba fiable en cuanto a sus resultados.

Comparativa por GPU

The Witcher 3

The Witcher 3: Wild Hunt es un juego que, una vez desactivado Nvidia Hairworks y otras opciones pro-Nvidia, sigue teniendo una ligera preferencia por las tarjetas gráficas de Nvidia debido a ser un juego DX11.

Comparativa por GPU

Crysis 3

Crysis 3 sigue siendo un juego bastante exigente a nivel gráfico, y una buena prueba para comprobar la potencia de una tarjeta gráfica. En su tiempo fue un juego patrocinado por AMD, pero actualmente rinde mejor en las tarjetas de Nvidia. La configuración gráfica para las pruebas se sitúa en muy alta, y se toman medidas de tiempos de circuitos preestablecidos que se repiten varias veces para intentar ajustar al máximo la fiabilidad del rendimiento, ya que el juego carece de banco de pruebas integrado.

Comparativa por GPU

For Honor

For Honor es uno de los últimos juegos de Ubisoft, y mantiene el uso de DirectX 11. Para las pruebas se ha desactivado HBAO+, y dejado el antiescalonamiento a FXAA. Es un juego que funciona generalmente mejor en las tarjetas gráficas Nvidia.

Comparativa por GPU

Ghost Recon Wildlands

Ghost Recon Wildlands es un juego que beneficia a las tarjetas gráficas Nvidia, en parte por ser un juego exclusivo de DirectX 11. Es muy exigente si se quiere jugar a la máxima calidad gráfica posible.

Comparativa por GPU

Temperaturas, ruido y overclocking

Esta tarjeta gráfica no está orientada a hacer overclocking, por lo que las subidas que se le pueden hacer de frecuencias son despreciables, y además no permite tocarlas mucho. Es una tarjeta con pocos núcleos CUDA, poco margen de mejora, y es algo normal al ser una tarjeta gráfica de gama baja.

En este caso le entorpece el hecho de no disponer de un ventilador con el que se conseguirían mejores temperaturas y quizás una subida decente de frecuencias, pero pasar de 20 a 21 FPS es lo que se va a conseguir en juegos exigentes. En los poco exigentes, como Overwatch o League of Legends ya alcanza y supera los 60 FPS a 1080p, por lo que tampoco veo necesario subirla.

Las temperaturas de funcionamiento se sitúan en torno a los 76 ºC, con algún juego especialmente intenso que la hace subir a los 79-80 ºC. En esos juegos la tarjeta queda ligeramente limitada, por lo que en breve voy a recibir otro modelo de MSI con un ventilador —y un modelo que se vende en los 80 euros en vez de los 89 euros de esta—. Son temperaturas normales en tarjeta gráficas más potentes como una GTX 1070 o 1080 con una refrigeración de un ventilador o sencilla en términos generales, y también en una de 30 W como esta que se refrigera pasivamente.

La ventaja de este modelo de MSI es que hace cero ruido, por lo que puede ser ideal para un HTPC u otro tipos de PC para un salón, o incluso para aquellos que quieren un equipo barato y totalmente silencioso. Combinado con un procesador de sobremesa de bajo consumo como un Core i5-7400T de 35 W, el resultado es tener un equipo de muy bajo consumo y muy bajo ruido.

Conclusión

La renovación de la gama baja de Nvidia viene con algunos peros. El chip de la GT 1030 está limitado a un ancho de banda bastante bajo para los estándares actuales. La arquitectura que incluye está entre lo más bajo que oferta Nvidia en su arquitectura Pascal, y eso también tiene algunos problemas colaterales.

El primero es que su funcionamiento con las DirectX 12 no es buena, pero tampoco es una sorpresa. La computación asíncrona se aprovecha de tiempos de inactividad de la GPU, pero en las de menor potencia esos tiempos son casi inexistentes, y como le ocurre a la RX 550 de AMD, al pasar de DX11 a DX12 no hay mucha mejora. Hay un escenario especialmente malo para la GT 1030 y son los juegos nativos DX12 como Gears of War 4, donde su rendimiento deja mucho que desear.

Este último caso quizás sea un problema de controladores, ya que además hay que instalar unos específicos para la GT 1030, y no valen los genéricos de Nvidia para el resto de tarjetas gráficas. Eso hace ver que dispone de una arquitectura bastante más especial, más básica. Esto la lleva a tener en torno a un 5 a 15 % menos de rendimiento que la RX 550 según juego.

Pero debido a que los modelos baratos de GT 1030 están sobre los 80 euros y de la RX 550 a 100 euros, resulta bastante más interesante en el apartado precio-rendimiento. Tampoco se puede recomendar la RX 550 sobre esta GT 1030, aunque la RX 460 sobre los 100 euros, que se sigue vendiendo, es muchísima mejor opción que estas dos, pero no durará mucho más a la venta y hay que tenerlo en cuenta para las compras durante el verano.

En juegos como Overwatch o League of Legends no tiene mayor problema en mantener los 50 a 60 FPS —o más— en calidad alta/ultra, por lo que puede ser la mejor opción de compra para los jugadores que solo usen esos juegos, más básicos gráficamente hablando que los juegos de tiros actuales.

Por último, este modelo de GT 1030 de MSI hace un buen trabajo a la hora de disipar el mínimo calor desprendido por el chip, que consume apenas 30 W de pico. El modelo es estupendo para equipos con restricciones de ruido o consumo, y al ser de perfil bajo puede servir en bastantes equipos preensamblados en los que solo se puede instalar uno de estos modelos.