Google anunció a bombo y platillo su proyecto Glass, unas gafas inteligentes que demostraron que el hardware y el software no estaban a la altura de las necesidades del común de los consumidores. Pero tras cerrar el proyecto a principios de 2015, Google ha seguido dando asistencia a las empresas para Glass, ya que se demostró que en el entorno laboral sí podía ser una herramienta extraordinariamente útil —aunque ya había proyectos similares de otras empresas desde años antes—.
Ahora Google ha resucitado Glass con una versión empresarial, que cambia el diseño de la montura para ajustarse más a los rigores de los entornos de trabajo más que diversos en los que se está usando actualmente. Eso incluye empresas como DHL, Boeing o General Electric, aumentando la eficiencia de la cadena de suministros y de producción en empresas como AGCO, un productor de maquinaria agrícola.
Las gafas tienen un diseño independiente para que se pueda acoplar a más monturas, la cámara pasa de los 5 Mpx a los 8 Mpx, más autonomía, mejor procesador, un indicador visual de grabación de vídeo y mejor wifi. Por lo demás, y salvo alguna actualización que otra a las aplicaciones y al sistema operativo, sigue siendo el mismo proyecto, por lo que sigue estando lejos de las gafas de realidad aumentada que pretende Google que en un futuro sea Glass.
Vía: TechSpot.