Tras unos cuantos trimestres seguidos de obtener unos resultados financieros pobres, AMD ha conseguido en el segunso trimestre de 2017 estabilizar el rumbo, o al menos en parte. La compañía ha aumentado sus ingresos un 19 % con respecto al mismo periodo de 2016, situándose en los 1220 millones de dólares, con unas pérdidas que son de solo 16 M$ según las cuentas adscritas al Plan General de Contabilidad. En el T2 de 2016 los beneficios netos fueron de 69 M$.
En el T1 de este año perdió 73 M$, y en este trimestre ha conseguido un margen bruto del 33 % —cerca del 35 % con el que AMD considera que sería una empresa totalmente rentable— por lo que tampoco son malas noticias. El margen bruto es la diferencia entre lo que le cuesta comprar los chips a las fundiciones como GlobalFoundries y el precio al que los vende a las ensambladoras o a las tiendas. De ese margen bruto hay que restar los gastos operativos de la compañía —investigación, publicidad, desarrollo, etc.—, por lo que solo hasta que consigan ese 35 % podrá ser rentable cada trimestre.
La división de Computación y Gráficos ha generado unos ingresos de 659 M$, un crecimiento interanual del 51 % —ahí se ha hecho notar las ventas de las Radeon para criptominería y las ventas de los Ryzen—, mientras que la de Empresas, Sistemas Empotrados y Semipersonalizados ha generado 563 M$, un 5 % menos que en el T2 de 2016 debido a un descenso en los chips semipersonalizados —PlayStation, Xbox, las GPU de los Mac, etc.—. El apartado de Otros ha generado a la compañía unas pérdidas operativas de 24 M$.
Vía: The Tech Report.