AMD ha conseguido poner mucha presión sobre Intel con sus procesadores Ryzen, y el secreto está en su elemento fundamental: el chip Zeppelin. Cada uno de estos chips incluye cuatro núcleos Zen, y los procesadores Ryzen de sobremesa incluyen uno de ellos, creando una gama que va desde los cuatro núcleos físicos sin SMT (multihilo simultáneo) hasta los ocho núcleos con SMT, o dieciséis hilos. En el terreno profesional, los procesadores Ryzen Threadripper combinan dos de ellos a través de la interconexión Infinity, y los EPYC usan hasta cuatro, con hasta 32 núcleos fícisicos con SMT.
Eso es lo básico a saber de estos procesadores de cara al usuario medio, aunque AMD, en su conferencia del Congreso Internacional de Circuitos de Estado Sólido (ISSCC) ha desgranado la arquitectura de Zeppelin, dando detalles que hasta ahora no sabían —al menos oficialmente—. Haciendo un repaso a más cosas que se sabían, cada chip Zeppelin está compuesto por dos complejos de núcleos (CCX) que incluye cuatro núcleos cada uno, con cada núcleo teniendo 512 KB de caché de nivel 2, y 2 MB de caché de nivel 3.
Zeppelin como una forma de reducir costes
Las cosas que no se sabían, o era información menos conocida, son un poco más técnicas, y tendréis que mirarlas en las transparencias que veréis a continuación. En general detalla bastante bien los componentes de Zeppelin, cómo se relacionan los núcleos Zen, las ventajas que tienen, y cómo se realiza en el empaquetado de los procesadores la interconexión entre chips Zeppelin. Incluso indica las ventajas que tiene la interconexión Infinity a la hora de conectar dos procesadores EPYC en una placa base de dos zócalos, que no penaliza la comunicación entre ellos.
Lo interesante y realmente importante de los chips Zeppelin es lo que se ha venido diciendo desde su presentación, y en lo que incide AMD en las transparencias. Por un lado, cada Zeppelin tiene apenas 213 mm2 de superficie, y se pueden crear muchos más en una oblea estándar de 30 cm en las fundiciones. Eso lleva además a que haya un mayor rendimiento de producción —si hay algún defecto en la oblea, se desecha una parte más pequeña de la misma—, pero también permite mucha versatilidad.
También tiene ventajas de cara al consumo, que se hace patente en el TDP de 65 W de todos los Ryzen de sobremesa, que se traduce en un consumo bastante inferior a esos 65 W. AMD indica que el rendimiento de fabricar un procesador de 32 núcleos Zen sería un 17 % inferior, con un coste un 70 % superior, y que esa reducción de coste es lo que realmente les ha permitido abrirse camino en el entorno empresarial, con gran aceptación. Todo esto, unido con el alto ancho de banda de comunicación entre chips y el poder disponer de 128 pistas PCIe, es lo que ha convertido a los procesadores Ryzen en un gran éxito de ventas en todos los sectores.
Vía: WCCFTech.