Acer es uno de los fabricantes clásicos de portátiles, pero no entró tan pronto como le habría gustado en el sector de los juegos como le gustaría. Aun así, ha evolucionado rápido y desde la presentación del Helios 300 cuenta con un portátil que es un rival muy serio para el resto de compañías, si bien tiene ese diseño «gaming» que puede no gustar a algunos que buscan un portátil más discreto pero potente.
El equipo que nos ha enviado Acer para el análisis es además de lo mejor que se puede encontrar en la serie, cargado con 512 GB de unidad de estado sólido de tipo PCIe, 1 TB de disco duro, y por si no fuera poco con 32 GB de RAM, con una GTX 1060 y un Core i7-7700HQ. Es un equipo de primera línea al que habrá que comprobar el punto débil de este tipo de equipos para jugar, que es el ruido y calor. Si tienes mucha potencia pero se hace inmanejable, sirve de bien poco.
Diseño y hardware
El diseño del Predator Helios 300, teniendo en cuenta que va orientado a sector de gama media o media-alta, es interesante aunque agresivo, dentro de lo que Acer quiere demostrar con la serie de productos Predator, ya sean periféricos como el Helio 300. Aunque la estructura del portátil está hecha está hecha de aluminio, con el logo de Predator, y dos zonas rojas de adorno.
La entrada de aire del portátil se hace por la parte inferior, que no queda especialmente despegada de la superficie sobre la que se deje el portátil; la expulsión se hace por la parte trasera, en una zona de color rojo. Como en la mayoría de portátiles, esto resulta en que haya que alzar ligeramente la parte trasera para que no se recaliente la superficie sobre la que se deje, y esto a su vez recaliente el portátil, entrando en un bucle de aumento de calor innecesario. Aunque hay algún fabricante que ya ha empezado a modificar esto en los portátiles generalista y para jugar, me gustaría ver que integren patas u otros sistemas para alzar los equipos y que no se produzca ese recalentamiento. Como digo, no es algo negativo de por sí, sino algo común en el sector, y algo a cambiar.
Predator Helios 300 de Acer | |
Procesador | Core i7-7700HQ de Intel |
Gráfica | GTX 1060 de Nvidia |
Memoria | 32 GB DDR4-2400 |
Pantalla | 15.6 pulgadas, panel IPS, 1920 × 1080 píxeles (166 PPP), 300 nits de brillo máximo |
Almacenamiento | 512 GB de SSD tipo PCIe 3.0 ×4, 1 TB de disco duro de 5400 RPM |
Puertos | 1× USB 3.0, 1× USB 3.0 tipo C, 1× HDMI 2.0, 2× USB 2.0 |
Conectividad | wifi 802.11 ac, Bluetooth 4.0, Ethernet |
Batería | 48 WHr (3220 mAh, 15.2 V) Cargador de 180 W |
Dimensiones | 390 mm × 266 mm × 26.75 mm |
Peso | 2.7 kg |
Extras | Cierre de seguridad Kensington, lector de tarjetas SD |
Precio | 1800 euros |
El panel sobre el que descansan las teclas también está hecho de aluminio, dándole un extra de resistencia frente a la presión. No se doblará ni hará ruido con un tecleo normal. Las teclas tienen retroiluminación roja, configurable solo en brillo. Las teclas WASD tienen un ribeteado en color rojo, destacándolas sobre las demás. Aunque el teclado del portátil recibido para análisis no está en español, se vende con la serigrafía en este idioma en España, con una tecla de intro de solo una línea, lo que mueve la tecla adicional de mayor/menor encima del intro. Es cuestión de acostumbrarse pero a mí me hace que, sabiendo mecanografía, falle mucho al dar al intro. En cuanto al panel táctil o touchpad, su calidad es normal. No es el más preciso del mercado ni el que mejor sensación de uso da, pero es suficientemente preciso para usarlo en tareas cotidianas, si bien el equipo pide a gritos el uso de un ratón.
Con un tamaño de 390 mm × 266 mm × 26.75 mm y un peso de 2.7 kg, resulta finalmente un portátil con un aspecto y tamaños bastante buenos para la gama a la que se orienta. En el lateral izquierdo cuenta con un puerto USB 3.0, un USB 2.0, un USB 3.0 tipo C, un RJ-45, lector de tarjetas SD y un cierre Kensington. En el lateral derecho tiene la toma de corriente para el cargador, dos USB 2.0, una entrada de audio de 3.5 mm de cuatro polos, y los indicadores de encendido y actividad.
La pantalla de 15.6 pulgadas es de tipo IPS, y cuenta con un brillo de unos 300 nits, con una resolución de 1920 × 1080 píxeles. Los tiempos de respuesta de la pantalla son buenos y no se notan retardos a simple vista, como puede ocurrir en otras pantallas de mayor resolución como las 4K. En cuanto a la reproducción del color, no es del todo exacta, y a simple vista se ve que muestra los colores más oscuros de lo que debería, si bien en juegos no se nota ningún problema de uso. Por un equipo que se sitúa generalmente en un precio de 1000 a 1200 euros, tampoco se puede pedir mucho más, y además tiene acabado en mate, con lo que no da casi reflejos.
En la parte inferior del portátil hay dos tapas de acceso a los componentes para simplificar su cambio, que es un punto bastante positivo de este portátil, si bien la ranura M.2 no está accesible salvo que se quite toda la tapa inferior. Se puede acceder fácilmente a cambiar el disco duro de 2.5 pulgadas por una SSD, por ejemplo, y a los dos bancos de memoria DDR4 que por defecto en el modelo recibido tiene dos módulos de 16 GB a 2400 MHz. En cuanto al almacenamiento, incluye una SSD 600p de Intel, y un disco duro de 1 TB de Toshiba.
El sistema de audio incluido en el portátil tiene buena calidad, estando desarrollada por Dolby, e incluye además el sistema TrueHarmony de Acer, que se basa en la fabricación especial de los altavoces de la compañía. El sonido es en general bueno, pero tampoco sorprenderá en su uso a los audiófilos. Aunque como suele ocurrir con los portátiles para juegos, se suele terminar usando unos auriculares para escuchar música y hablar por un micro.
Programas preinstalados
La primera aplicación preinstalada de Acer que se va a encontrar el comprador de este equipo es PedatorSense. Es un programa que permite monitorizar las temperaturas de la CPU y GPU, así como el uso de los ventiladores. En este apartado, lo mejor es dejarlo en el modo automático, si bien se puede ajustar a la velocidad máxima, o de manera personalizada e independiente cada uno de los ventiladores, el de la CPU y el de la GPU. Tiene además un botón al que llaman Cool Booster para poner momentáneamente los ventiladores al máximo, que eso son unas 6200 RPM.
No cuenta con excesivas aplicaciones preinstaladas, afortunadamente, y como punto muy positivo está que todas se pueden desinstalar desde la configuración del equipo, bajo Programas instalados. Es algo que hago del tirón al instalar una copia nueva de Windows ya que la propia Microsoft te cuela programas como Candy Crush y otros juegos que no hacen más que ocupar un espacio en disco que no quiero que ocupen esas tonterías que no voy a usar.
Hay alguna aplicación que sí es útil de las preinstaladas por Acer, además de PredatorSense —que sí me resulta útil—, como es el Care Center. Desde este programa se puede acceder a la información del sistema, estado de la batería, y otra información interesante como ver si está actualizado el equipo o incluso restaurarlo al estado de fábrica —útil cuando terminas el análisis de un equipo para devolverlo a la compañía sin tu información personal o sin tener que ir desinstalando aplicación por aplicación; lo he utilizado dos veces: una para eliminar todo lo que el anterior analista instaló y se dejó en el equipo (de otra web importante), y para devolvérselo a Acer impoluto—.
Otras aplicaciones como Power Button son menos útiles, ya que no me aportan una mejora de velocidad a la hora de suspender, hibernar o apagar el equipo frente al de ir al menú de inicio o hacer un atajo para esos comandos en el escritorio. Collection es una colección de aplicaciones recomendadas de la Tienda Microsoft que, personalmente, no encuentro nada útil. En general las aplicaciones preinstaladas no son numerosa, no ocupan mucho y se pueden desinstalar.
Rendimiento del procesador
El procesador incluido en este portátil es un Core i7-7700HQ, que es una mejora incremental del Core i7-6700HQ, y cuyo sustituto directo es el Core i5-8300H de 8.ª generación, aunque este todavía no ha llegado al mercado en el momento de escribir este artículo.
El chip incluido es de cuatro núcleos con multihilo, lo que significa que dispone de ocho núcleos lógicos para funcionar. La frecuencia base es de 2.8 GHz, y el turbo es de 3.8 GHz, siendo un chip de 45 W de TDP —configurable hacia abajo hasta los 35 W, si el fabricante de equipos así lo pide—, fabricado a 14 nm como el resto de procesadores de la 7.ª generación Kaby Lake. Tiene una gráfica integrada HD 630, que en el caso de este equipo se usará en los momentos de usar el escritorio y aplicaciones que no requieran de aceleración gráfica.
En la prueba de rendimiento Cinebench R15, el procesador alcanza una puntuación de 157 puntos en monohilo, mientras que en la de multihilo alcanza los 714 puntos.
Cinebench R15 | ||
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MSI GT83VR 6RF Core i7-6920HQ | 782 | |
Aero 15 X Core i7-7700HQ | 743 | |
Core i7-6820HK | 715 | |
Predator Helios 300 Core i7-7700HQ | 714 | |
MSI GE72 7RE Core i7-7700HQ | 693 |
Rendimiento de la tarjeta gráfica
Características de la GTX 1060
La pieza fundamental de cualquier portátil para jugar/gaming es la tarjeta gráfica. La GTX 1060 de este Predator Helios 300 es de lo mejor que hay para ser acompañado por un Core i7-7700HQ, al menos en la generación anterior, pero hay que tener en mente que el sustituto directo de este procesador es el Core i5-8300H.
El chip gráfico es un GP106 fabricado a 16 nm por TSMC —también usado por la GTX 1060 de sobremesa—, que incluye 1280 sombreadores, con 80 unidades de textura y 48 de renderizado, y las frecuencias de funcionamiento son 1405 MHz de base y 1671 MHz de turbo. El modelo de sobremesa tiene una frecuencia base de 1506 MHz y turbo de 1708 MHz, por lo que esta tendrá una potencia ligeramente inferior, pero aun así más que respetable para una pantalla 1080p. Mantiene cantidad de memoria, 6 GB de GDDR5, a 8 GHz. Con la bajada de frecuencias —más un cribado oportuno para seleccionar los que menos consuman de entre los GP106— se consigue que el consumo pase de 120 W a tan solo 80 W.
Comparativas
Debido a que llevo tiempo usando otra metodología de análisis del rendimiento en las tarjetas gráficas de sobremesa, es el momento de aplicarla a la de los portátiles. Por tanto, los resultados de portátiles anteriormente analizados ya no son válidos bajo el nuevo método, y eso lleva a que no veáis en estas comparativas otros portátiles.
La toma de valores la hago desde los archivos de tiempo de fotograma que generan los juegos o mediante la librería PresentMon de Intel. Esta librería se engancha directamente a la API gráfica que se esté usando —DX11, DX12 o Vulkan, entre otras—, dando medidas muy precisas de los tiempos de fotograma. Analizando los datos del archivo generado mediante un script se puede obtener la tasa de fotogramas, y también estudiar sus resultados en distintas gráficas pasándolos a una hoja de cálculo.
En este caso, me permite tomar el valor del percentil 99, lo que significa que es la cantidad de FPS por encima de las cuales el juego se pasa el 99 % del tiempo. Siempre puede haber bajadas puntuales, por lo que desechar ese 1 % es un mínimo aceptable. Si el percentil 99 baja de 30 FPS, se entiende que el juego puede dar sensación de tirones al jugador, y por tanto no ser óptimo para jugar.
Las pruebas en las gráficas de sobremesa están hechas con un equipo con un Core i7-8700K y 16 GB de DDR4-3200. Los ajustes de los juegos se ponen en ultra o el máximo posible, deseleccionando parámetros específicos de las arquitecturas AMD y Nvidia, como PureHair y HBAO+. Para tomar las medidas del portátil, he utilizado el perfil por defecto del ventilador. También se incluye las pruebas en el NUC Hades Canyon con procesador Core i7-8809G y gráfica integrada Radeon RX Vega M GH, con 16 GB de memoria DDR4-3200.
Juegos DX11 y DX12
Ashes of the Singularity, más que un juego, es un banco de pruebas para comparar el rendimiento de DirectX 11 y DirectX 12. Es un buen título para ver cómo de mucho o poco puede llegar a limitar el procesador a la tarjeta gráfica
Ashes of the Singularity, 1080p, media FPS | ||
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GTX 1060 | 75.3 72.7 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 60.4 61.7 | |
GTX 1050 Ti | 44.4 44.5 | |
Radeon RX Vega M GH | 43.1 48.8 | |
Ashes of the Singularity, 1080p, percentil 99 | ||
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GTX 1060 | 38.6 47.6 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 35.3 41 | |
GTX 1050 Ti | 27.6 26.6 | |
Radeon RX Vega M GH | 21.1 24.6 | |
Hitman es otro título que tiene cierta dependencia del procesador en tarjetas gráficas medianamente potentes, si bien ahora mismo no hay gran diferencia entre los resultados de DX11 y DX12, sobre todo tras una de las actualizaciones que se hicieron del juego en 2017.
Hitman, 1080p, media FPS | ||
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GTX 1060 | 77.9 77 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 66.2 66.3 | |
Radeon RX Vega M GH | 60.2 61.6 | |
GTX 1050 Ti | 47.7 43 | |
Hitman, 1080p, percentil 99 | ||
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GTX 1060 | 52.7 51.3 | |
Radeon RX Vega M GH | 38.1 39.3 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 35.1 39 | |
GTX 1050 Ti | 30.4 26.5 | |
The Division es un juego que uso mucho para las pruebas ya que es muy estable en sus resultados entre pruebas. En este caso, parece que los controladores de la GTX 1060 de movilidad no le sientan nada bien al juego, perdiendo rendimiento bajo DX12. También es poco dependiente de la potencia del procesador.
The Division, 1080p, media FPS | ||
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GTX 1060 | 60.1 61.6 | |
Predator Helios 300 Core i7-7700HQGTX 1060 | 55.3 45.7 | |
Radeon RX Vega M GH | 41.2 41.1 | |
GTX 1050 Ti | 33.5 33.3 | |
The Division, 1080p, percentil 99 | ||
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Predator Helios 300 GTX 1060 | 38.3 27.5 | |
GTX 1060 | 38.3 37.7 | |
Radeon RX Vega M GH 37.7 | 27.5 27.7 | |
GTX 1050 Ti | 21.5 21.5 | |
Juegos DX11
DiRT Rally es un título que tiene una alta generación de fotogramas, por lo que está bastante bien para ver cómo de mucho o poco limita el procesador a una tarjeta gráfica potente como es la GTX 1060.
DiRT Rally, 1080p, DX11 | ||
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GTX 1060 | 120.5 98.4 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 83.2 41 | |
Radeon RX Vega M GH | 81.6 70.2 | |
GTX 1050 Ti | 76.4 61.5 | |
Por contra, For Honor es poco dependiente de la velocidad de procesador, y generalmente se obtiene prácticamente todo el rendimiento de la misma sin importar la potencia del procesador. Se ve que, en este caso, la GTX 1060 de sobremesa y la de movilidad no tienen demasiada diferencia de potencia.
For Honor, 1080p, DX11 | ||
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GTX 1060 | 94.9 69.9 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 88.2 65.1 | |
GTX 1050 Ti | 61.1 45 | |
Radeon RX Vega M GH | 59.6 43.4 | |
Dawn of War III le ocurre casi lo mismo que a For Honor, aunque es algo más dependiente de la potencia del procesador.
Dawn of War III, 1080p, DX11 | ||
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GTX 1060 | 82.6 68.7 | |
Predator Helios 300 GTX 1060 | 71.7 57 | |
Radeon RX Vega M GH | 60.7 48 | |
GTX 1050 Ti | 52.9 46.4 | |
Almacenamiento y autonomía
Este modelo de portátil, por la gama prémium a la que apunta, dispone de almacenamiento a la altura. Concretamente dispone de una SSD de tipo PCIe 3.0 ×4 de 512 GB, fabricada por Intel para los OEM (fabricantes de equipamiento original), y es el modelo 600p. En CrystalDiskMark alcanza los 1722 MB/s de lectura secuencial y 576 MB/s de lectura aleatoria, mientras que la escritura/escritura aleatoria llega hasta los 529 MB/s y 404 MB/s respectivamente. Todos los valores entran dentro de lo indicado por Intel que, si bien no es la mejor SSD de tipo PCIe del mercado, sí que es mucho más rápido que una SSD de tipo SATA3. Los valores del disco duro, un MQ01ABD100 de Toshiba, con una capacidad de 1 TB, son normales para un disco duro de 5400 RPM.
En cuanto a la batería, es solo de 48 Wh (3220 mAh, 15.2 V). Estos portátiles generalistas suelen recurrir a batería de menor capacidad para reducir gastos, pero eso hace que no sean buenos modelos para un uso que exija estar lejos de una toma de corriente. Su autonomía puede alcanzar las 3 o 4 horas de un uso normal, y jugando no durará más de dos horas, como muchísimo. La fuente de alimentación es de 180 W, y me gusta que no tenga el cable conectado en L, ya que eso impone un estrés adicional sobre los cables, si bien afecta a la gente que le da por enrollar el cable en torno al cargador —que no se debería hacer—. La fuente es de 19.5 V y 9.23 A.
Temperaturas y ruido
El sistema de refrigeración cuenta con dos pequeños ventiladores y tres caloductos que pasan sobre la CPU y GPU, pero los cuales están bastante pegados y en la zona izquierda del portátil. Esto va a crear una zona de recalentamiento en torno a la zona principal del teclado, que suele ser solventada en otros portátiles para juegos enviando la CPU y GPU al medio y con más distancia entre sí, y los ventiladores cada uno a un lado. Jugando, el calor en la zona de las teclas WASD puede alcanzar los 42 a 45 ºC —a una temperatura ambiente de unos 28 ºC—, que no resulta excesivo pero sí puede ser desagradable en lo peor del verano. Por la parte inferior y de expulsión de aire, esa temperatura puede superar los 55 ºC, por lo que es mejor no tocarlo demasiado, y mucho menos ponerse el portátil en el regazo.
En cuanto a las temperaturas de la CPU y GPU, son relativamente bajas para el procesador y gráfica que se incluye, por lo que en última instancia el sistema de refrigeración es bueno. La CPU puede llegar a los 88 ºC jugando, mientras que la GPU alcanza los 73 ºC, con los ventiladores funcionando a unas 5200 RPM de los 6200 RPM que puede alcanzar de máximo. Con esa velocidad, llega a un ruido de unos 44.5 dB, siendo el máximo del equipo unos insoportables 50 dB, medidos a unos 60 cm de la pantalla del equipo, como si se estuviera usando de manera normal. Aunque 44 dB es perfectamente soportable, sobre todo si se tienen los altavoces a cierto nivel, lo puede ser para muchos usuarios, por lo que podrían preferir usar
Con un uso de ofimática, el equipo puede hacer unos 31 a 34 dB, con un funcionamiento de los ventiladores que oscila entre los 2200 y 2600 RPM. Pero en cuanto se empiece a hacer algo que requiera de un uso más intenso del procesador, la velocidad empezará a subir rápidamente, y por tanto también el ruido. Pero, en general, es un portátil bueno en este terreno de las temperaturas y ruido.
Conclusión
El Predator Helios 300 es un ejemplo de lo que se puede conseguir actualmente en esa franja de los 800 a 1200 euros. Es un equipo que tiene un buen diseño, aunque a algunos les parecerá demasiado agresivo, con detalles de calidad como la tapa o la base del teclado. La iluminación roja aporta un poco de iluminación al teclado en oscuridad, sin llegar al extremo de la iluminación RGB, que puede encarecer más un producto orientado a un sector más económico.
La potencia del Core i7-7700HQ es suficientemente buena para mover la tarjeta gráfica GTX 1060 de movilidad, y no tiene problemas en mantener los 60 FPS en calidad ultra en la mayoría de los títulos, aunque los más recientes puedan atragantárseles. Puesto que la pantalla es 1080p, que pueda limitar más o menos el procesador a la tarjeta gráfica es irrelevante, porque el panel es además de 60 Hz. Gastar en una GTX 1070 sin ir a por un procesador más potente suele ser un gasto algo inútil, salvo que se juegue con monitor externo de resolución QHD o 4K UHD.
La elección de almacenamiento es también suficiente para este equipo, y en los portátiles sí que veo como indispensable disponer de una SSD de al menos 256 GB, para tener suficiente para el sistema operativo, imprevistos en forma de descargas de actualizaciones del sistema operativo u otros, y la instalación de los programas de uso más habitual y uno o dos títulos que más se estén jugando en un momento dado. El disco duro suele ser más un almacenamiento secundario para instalar los juegos, que si bien en algunos puede suponer un cierto retraso en la carga de mapas u objetos en escena, suele ser adecuado para jugar. La otra opción, obviamente, es sustituirlo tras compra el portátil por una SSD de 512 GB o 1 TB, con el sobrecoste adicional —pero una SSD suele durar bastantes años, por lo que es igualmente una inversión para un equipo futuro—.
Solo echo en falta, quizás, que la ventilación fuera un pelín más silenciosa o que la pantalla IPS tuviera un poco más de brillo o mejor contraste —y algo más de rango dinámico—, pero aun así las temperaturas de funcionamiento son buenas y no es excesivamente ruidoso y la pantalla es buena. No es el mejor sistema de refrigeración, que sería más caro, pero tampoco es de los baratos. El conjunto del portátil —diseño, hardware, temperaturas, ruido—, es una base muy sólida para que Acer siga iterando en este diseño y cree un Predator Helios 300 cada vez mejor. En general, es un modelo recomendable.
Puntuación
8.0
sobre 10