Tesla ha tenido grandes problemas para acelerar la producción del Model 3, y por eso Elon Musk ha estado en el punto de mira de los inversores y analistas. Pero en un giro de los acontecimientos cuanto menos oportuno, la compañía pilló in fraganti a un empleado saboteando la producción del coche el 14 de junio. Esto llevó a una investigación, dándose cuenta la compañía de que se había llevado de su puesto de trabajo grandes cantidades de información restringida de Tesla.
Musk también culpó a ese empleado de sabotear la producción, «haciendo cambios al código del sistema operativo usado en las fábricas de Tesla». Las acciones legales no se han hecho esperar, y Tesla ya tiene en los juzgados una demanda contra su, presupongo, exempleado por robo de secretos industriales. Su nombre es Martin Tripp, que comenzó a trabajar como un técnico de procesos en octubre de 2017.
De momento, Tripp ha admitido haber escrito código para piratear el sistema operativo de fabricación (MOS) usado en Tesla y de haber transferido varios gigas de información a entidades externas a la compañía, lo que incluye fotografías y vídeos de los sistemas de fabricación de Tesla. Además, dejó código para exportar periódicamente datos desde Tesla a manos de terceros, e instaló el software en al menos tres equipos de otros empleados de Tesla para que los datos se siguieran exportando incluso si él dejaba la compañía, implicándoles en la trama.
Vía: Ars Technica.