Intel es la primera compañía en hacer llegar la nueva memoria NAND 3D de tipo QLC (cuatro bits por celda) al sector de consumo con la serie 660p. Lo que vaticina este tipo de memoria es una bajada de precios de las SSD de tipo PCIe 3.0 ×4, ya que esta serie cuenta con esta interfaz y un protocolo de comunicación NVMe 1.3. Estará disponible en breve en tamaños de 512 GB, 1 TB y 2 TB, en formato M.2 2280.
El mayor problema al que se enfrenta la memoria QLC es una mejora durabilidad comparándola con la memoria TLC. Sin embargo, las compañías son conscientes de ello y van a ofrecer las SSD con memoria QLC en mayores cantidades para asegurar una durabilidad mínima adecuada. De hecho, el modelo de 512 GB tiene una durabilidad de 100 TB, que no está mal aunque no es para tirar cohetes. La idea es que se trata de una SSD de consumo y no para uso profesional, ya que no aguantaría, por ejemplo, de disco de caché para trabajo con Photoshop.
Utiliza un controlador SM2263 de Silicon Motion, que es bueno, si bien no es el mejor. Combinado con los chips de memoria NAND 3D QLC de 64 capas fabricados por Intel de una capacidad de 1024 Gb (128 GB), y una memoria DRAM de 256 MB de tipo DDR3 para mejorar la durabilidad, la velocidad de lectura/escritura secuencial alcanza los 1800 MB/s, mientras que la aleatoria alcanza los 220 000 IOPS. Puesto que la secuencial es irreal salvo en la copia de archivos muy grandes, la aleatoria es más que decente.
Para ayudar a la durabilidad también incluyen una memoria NAND de tipo SLC (un bit por celda), que varía entre los 6-76 GB en el modelo de 512 GB, y de 24-280 GB en el de 2 TB. Con todo esto, es la SSD de tipo PCIe 3.0 ×4 más barata que va a llegar al mercado, con un precio de 99 dólares por el de 512 GB, y 199 dólares por el de 1 TB. El SX6000 de ADATA cuesta unos 125 euros, con una interfaz PCIe 3.0 ×2 y unas velocidades que son la mitad de las del 660p. Por tanto, la llegada de la memoria QLC al sector consumo va a abaratar los precios de las SSD de mayor capacidad de manera sustancial.