AMD anunció el año pasado varios procesadores Athlon para el zócalo AM4, pero su calidad dejaba mucho que desear porque estaban basados en la microarquitectura Excavator. El Athlon X4 950 no era mal procesador, pero tenía demasiadas carencias como para recomendarlo abiertamente, siendo en su lugar más apetiecible un Pentium G4560. Sin embargo, la renovación de los Athlon de este año empieza con un bastante más interesante Athlon 200GE.

Para empezar, cuenta con dos núcleos Zen con multihilo, lo que lo convierte en un competidor precisamente de los Pentium Gold que tiene Intel en el mercado, si bien AMD pone el foco en el Pentium G4560 de generación anterior, porque fue un referente en potencia precio en la gama baja. El 200GE funciona a una frecuencia de 3.2 GHz, dispone de 5 MB de caché de nivel 3, y cuenta con una unidad gráfica Vega compuesta de tres unidades de computación (UC). No es gran cosa, si bien AMD asegura un «juego fluido» a 720p en los MOBA y similares.

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Como cualquier circuito con arquitectura Vega, dispone de sus ventajas, como ser compatible con FreeSync o reproducción de vídeo a 4K, y se actualiza a través de los controladores Radeon Adrenalin actuales. El procesador tiene una potencia de diseño térmico (TDP) de 35 W. Como otras APU de la compañía, tendrá una fuerte dependencia de la velocidad de la memoria principal del sistema que, al usar las placas base AM4, será de tipo DDR4 y hasta 3200 MHz sin problemas.

Su precio es de 55 dólares, por lo que en principio parece un modelo competitivo para la gama baja, sobre todo equipos orientados a ofimática con una placa base económica A320. Obviamente no lo recomendaría para jugar, habiendo opciones más interesantes, empezando por el Ryzen 5 2200G. Pero cuanta mayor variedad en la parte baja de los equipos, mejor, porque no todo el mundo quiere un PC para jugar.

Por último, AMD ha indicado que también pondrá a la venta unos Athlon 220GE y 240 GE, de los que dará más detalles en el último trimestre del año.