Thermaltake se ha pasado al selecto grupo de fabricantes de cajas de PC que utilizan el aluminio para crear un modelo de gama alta, dándole un toque simple a la A500. Incluye dos paneles laterales de cristal templado que se abren como puertas con sus goznes, lo cual puede resultar más cómodo a algunos usuarios frente al eliminar la necesidad de poner y quitar tornillos para fijar los paneles. Al menos a mí, que trasteo mucho en el interior de los PC, prefiero este tipo de cajas, o alguna con un sistema de liberación de la tapa parecido, como la Silent Base 601 de Be Quiet.
La caja tiene un tamaño de 536 mm × 236 mm × 510 mm (al. × an. × pr.) y un peso de 14.82 kg. La parte superior y frontal está hecha de aluminio, y el interior está compartimentado con la fuente de alimentación y parte del almacenamiento instalado en la parte inferior. Se pueden ubicar hasta seis unidades de 2.5 o 3.5 pulgadas, cuatro de ellas en sus propias cajas en el compartimento principal, con sus propias cajas retirables. Se pueden instalar disipadores de hasta 160 mm, tarjetas gráficas de hasta 420 mm, y fuentes de alimentación de 220 mm.
Dispone de los enganches para placas base ATX, micro-ATX y mini-ITX, y se puede usar un extensor para situar la tarjeta gráfica en vertical al disponer de dos ranuras PCIe verticales en la parte posterior. En el panel superior hay dos conectores USB 3.0, dos USB 2.0 y un USB tipo C, además de dos de audio de 3.5 mm. El pasacables dispone de gomas de ocultación, y los cables posteriores tienen velcros de sujeción. Se propocionan las bandejas de instalación de los discos.
La caja está perfectamente adaptada para refrigeración líquida, con filtros de aire, y se pueden situar tres ventiladores de 120/140 mm en la parte superior, otros tres de 120/140 mm en el frontal y otro de 120 mm en la posterior. Se incluye dos ventiladores de 120 mm preinstalados, que funcionan a 1000 RPM con un ruido máximo de 22 dBA.
