Análisis: Infinity H12 de HiSense

HiSense mantiene en el mercado diversos teléfonos de gamas media y baja, y uno de ellos lo pude analizar recientemente, el Infinity F17 Pro que era un modelo más que decente de gama baja. Pero en la gama media también tiene modelos interesantes como el Infinity H12 del presente análisis, si bien tiene que competir en una franja de precio terriblemente competitiva ahora mismo como es la de los 200 a 300 euros.

A priori, HiSense ofrece un móvil hecho en aluminio con trasera de cristal, un diseño estándar pero atractivo y unas características interesantes, pero a un PVPR que se hace evidente a simple vista que es algo elevado como son los 259 euros. Si bien no ha llegado al mercado, y estos modelos suelen bajar muy rápido de PVP una vez que pasan unas semanas. Por tanto, y como siempre hago, prefiero centrarme en el análisis en qué tipo de producto es más que en un precio que va a cambiar continuamente a medida que pasen las semanas.

Diseño y características

HiSense tiene por objetivo con el Infinity H12 a aquellos que quieren un móvil prémium dentro de la gama media, y por eso aporta un diseño interesante con la tan de moda pantalla con muesca. La parte trasera es de cristal, lo que le da un toque más iphonero, junto con el tipo de dispoción de la cámara dual trasera, aunque es bastante común en muchos dispositivos. No tengo nada más que añadir, porque me parece un diseño atractivo.

El teléfono es algo grande, con 156.05 mm × 76.18 mm × 7.8 mm, si bien tiene un peso comedido, con 155 gramos. HiSense no recorta en batería, ya que es de 3500 mAh, y como se verá en el apartado de autonomía, es uno de los puntos fuertes del dispositivo. Esa batería se recarga a través de un puerto USB tipo C, compatible con USB 2.0.

Lo que puede extrañar de este teléfono es la carencia de un conector de audio de 3.5 mm. A pesar de ello, se incluye un adaptador USB tipo C a 3.5 mm, aunque será un cable más a llevar encima en caso de que se use habitualmente auriculares con cable. HiSense acompaña al teléfono de unos auriculares de botón con conector USB tipo C, que tienen una calidad decente aunque no vayan a sorprender a los audiófilos.

La pantalla es de 6.19 pulgadas, con una resolución de 720 × 1418 píxeles, lo que da una densidad de 257 PPP. Es de tipo IPS, con un brillo máximo de 400 nits, lo que significa que en ciertas condiciones de luz exterior puede ser algo difícil verla, pero al menos se podrá usar lo suficiente en la mayoría de ocasiones. HiSense incluye en la caja unos protectores de pantalla, una funda transparente y una toallita de limpieza de pantalla, por lo que no sería necesario en principio comprar estos elementos por separado.

El procesador es un Snapdragon 450 de ocho núcleos, acompañado de 4 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento, con un lector de tarjetas micro-SD compartido con un lector de segunda tarjeta SIM. Esa bandeja de dos SIM más micro-SD compartido está situada en la parte izquierda, con el habitual sistema de expulsión por resorte, y se incluye el alfiler para pulsar el botón y que salga. En el lado derecho se incluye los botones de volumen y de encendido en las posiciones habituales.

La parte trasera dispone de una doble cámara con sensores de 12 Mpx y 5 Mpx con apertura ƒ/1.8. La cámara frontal es de 16 Mpx, con apertura ƒ/2.0 y gran angular de 87º. En la parte posterior también se incluye un lector de huellas dactilares para el desbloqueo, si bien se promociona con «desbloqueo facial» que es el de Android. Por tanto, es más seguro el desbloqueo por huella que el facial al carecer de hardware específico para un desbloqueo facial seguro.

Rendimiento

CPU

El procesador elegido para este gama media es un Snapdragon 450, compuesto por una CPU de ocho núcleos Cortex-A53 a 1.8 GHz divididos en dos clústeres, más una GPU de tipo Adreno 506. Aunque sea un procesador de una gama inferior, tiene un rendimiento similar al Snapdragon 630, y al estar acompañado de 4 GB de RAM le da un buen rendimiento general al equipo. No es un apartado en el que se pueda tener quejas, con fluidez al cambiar de aplicación o en el uso de las propias aplicaciones.

GPU

La unidad gráfica incluida en el procesador es una Adreno 506. Frente a la Adreno 508 del Snapdragon 630, al tener este teléfono una resolución inferior que la del Moto X4 que usa dicho procesador, el rendimiento en la práctica es similar. Es una buena combinación de unidad gráfica y pantalla, de la que se beneficiarán los que quieran jugar con este móvil a títulos 3D, aunque no sea el procesador ni la mejor plataforma para ello.

Wifi, LTE, GPS

Este teléfono incluye wifi de tipo 802.11ac y es un aspecto positivo ya que dispone de buenas velocidades de transferencia. La conexión es totalmente estable, probado con un enrutador RT-AC88U de ASUS, que es de los mejores en el mercado. La toma de las siguientes pruebas de rendimiento de wifi están hechas sobre resultados de iperf 3, con la configuración por defecto sobre TCP, y haciendo la media de una serie de diez pruebas.

El teléfono no tiene problemas de recepción de señal LTE o cobertura, y se escucha generalmente bien. Utiliza las bandas 1, 3, 7, 8 y 20, por lo que incluye las más frecuentes de España, y salvo que se vaya a pueblos o ciudades pequeñas debería haber cobertura siempre de LTE. No he notado problemas con el uso del sistema de GPS, con los habituales errores de unos metros generados por esta tecnología de posicionamiento.

Almacenamiento y sonido

En el apartado del almacenamiento, las velocidades son adecuadas al tipo de producto que es, teniendo un buen rendimiento en lectura/escritura secuencial. También tiene una buena lectura aleatoria, y la escritura aleatoria es la única floja de todas. Pero debido a que un uso real de un dispositivo no depende solo de leer archivos grandes o de leer archivos de un tamaño de 4 KB, el resultado final es que el almacenamiento tiene un buen rendimiento en general. No he notado lentitud al instalar aplicaciones, que es donde puede depende el sistema más de escribir archivos pequeños, ni al cambiar entre ellas.

En cuanto al sonido, la carencia de un conector de 3.5 mm puede echar para atrás a muchos usuarios, aunque HiSense haya incluido un adaptador de 3.5 mm a USB tipo C. Por tanto, la calidad de la música va a depender enormemente de los auriculares USB tipo C y del conversor digital-analógico que incluyan. El de este adaptador hace un buen trabajo, aunque no sea excelente. El altavoz del móvil está situado en la parte inferior, con una buena potencia máxima, y no distorsiona demasiado a plena potencia —aunque tampoco recomiendo ponerlo a ella, por la pérdida de calidad de sonido—.

Autonomía

La autonomía de este teléfono es excelente, y como siempre es el fruto de una pantalla de resolución comedida con un procesador que no tiene mala eficiencia energética, con una amplia batería de 3500 mAh. Eso lleva a que puede aguantar bastante más de diez horas de uso de pantalla reproduciendo vídeos, mientras se reciben notificaciones y se tiene la SIM instalada. La autonomía para usarlo durante todo un día está asegurada.

El conector USB tipo C lo he probado con un monitor de LG para hacer la recarga, un 27UK850-W que es el que tengo ahora mismo en casa, y al menos esta conexión de recarga no la ha reconocido. También estaba probando el Razer Phone 2 con el que no he tenido problemas para que detectara el teléfono la potencia de hasta 60 W que puede entregar el monitor, por lo que sería conveniente cerciorarse de que se dispone de un cargador compatible con el dispositivo cuando se vaya a estar fuera de casa.

El cargador incluido con el teléfono es un cargado de 5 V y 2 A, por lo que dispone de carga de 10 W, bastante estándar hoy en día para cargar en un tiempo decente la batería de 3500 mAh. Eso lleva, de cero a cien, en torno a las tres horas. Teniendo en cuenta que tiene bastante autonomía incluso con el móvil a media carga, ese tiempo de carga resulta adecuado.

Cámaras

La cámara trasera es de doble sensor, con uno de 12 Mpx y apertura ƒ/1.8 y otro de 5 Mpx para labores de desenfoque. Graba vídeo a 1080p y 30 FPS, por lo que no es un teléfono que destaque especialmente en el terreno fotográfico, y es algo que se podría esperar de un modelo que llega por un PVPR de 259 euros. El autofoco se comporta de manera correcta, costándole algo más en situaciones de menos luz como pueda ser en interiores, pero de noche no es un teléfono que vaya a hacer buenas fotos. De día no tiene problemas en sacar buenas fotos, bastante aprovechables, con buen detalle y color.

Las opciones de la aplicación de Cámara no son demasiadas, y más bien tienden a ser básicas. Se puede superponer una rejilla, elegir el tamaño de las fotos a tomar, activar el flash, y poco más. No es una cámara profesional, y dista bastante de serlo, pero al menos la calidad fotográfica no es mala, pero en los precios en los que se mueve hay ahora mismo bastante competencia, con teléfonos que incluyen aplicaciones de cámara más avanzadas. Es un punto a mejorar por parte de HiSense en sus teléfonos.

Software

La versión preinstalada de Android es la 8.1, por lo que el terminal está suficientemente actualizado, con el último parche de seguridad correspondiente a julio de este año. La interfaz que usa es la de por defecto de Android, que siempre es agradable de ver, y no llega con excesivas aplicaciones basura preinstaladas, que en este caso se reduce a diversos juegos que se pueden desinstalar sin problemas.

En la pantalla de inicio está colocado un atajo con el nombre de Cleaner para cerrar todas las aplicaciones abiertas y hacer una purga de memoria, que puede resultar útil al usuario, aunque teniendo el dispositivo 4 GB de RAM no es que vaya a ser muy necesario.

Como características adicionales se encuentra el ajuste de la parte superior del móvil para ocultar la muesca haciendo que los laterales de esa zona pasen a ser negras y emulando un redondeo de los bordes. Algo estándar y que está incluido por defecto en Android, ajustado para la curvatura de las esquinas inferiores de este móvil. Personalmente prefiero que no se vea la muesca porque me suele parecer bastante antiestética, además que debido a ella se pierde la zona de notificaciones de aplicaciones en el teléfono, que siempre me ha parecido muy útil.

Conclusión

HiSense no es el habitual fabricante de móviles que se pueda ver en España, pero tiene modelos bastante interesantes. Pero el sector al que va dirigido este Infinity H12 es altamente competitivo, y en principio no aporta nada con sus 259 euros de PVPR que pueda resultar un reclamo a alguien que quiera un buen móvil pagando lo justo. Es un terreno en el que Xiaomi tiene teléfonos como el Mi A2, con el que tiene dificultades para destacar.

Pero como suelo decir con los teléfonos, estos bajan de precio (PVP) muy rápidamente, y hay que ver hacia dónde irá el Infinity H12 cuando se ponga a la venta. No creo que tardara mucho en poder encontrarse sobre los 200 euros, que sería un precio mucho más interesante para sus características, y en el que ya se podría recomendar totalmente.

Dejando a un lado el tema del precio, en realidad el Infinity H12 es un buen móvil, con un buen diseño, una pantalla con muesca de buena calidad aunque no impresione, un buen rendimiento, buena capacidad, y unas cámaras que se portan bien aunque se echen de menos un poco más de control sobre ellas para conseguir mejorar las fotos que toma.

Tiene un buen diseño, siendo ligero para los estándares actuales con esos 155 g, y la pantalla es perfecta para ver vídeos, como los de Netflix o YouTube. La falta de un conector de 3.5 mm puede echar atrás a muchos en su compra, pero está preparado para el futuro con un USB tipo C, y la inclusión del adaptador USB tipo C-3.5 mm se agradece, además de unos auriculares con USB tipo C. Pero pese a todo, tiene más pros que contras, si bien claramente tiene que estar a un precio más tentador para el consumidor y gama en la que está.

Puntuación