Xiaomi ha renovado su gama media-baja con un modelo que resulta increíblemente interesante, aunque tenga sus pequeñas pegas. No se puede tener todo, si bien veréis que es un teléfono más que interesante. El Redmi Note 7 incluye una cámara trasera con sensor principal IMX586 de 48 Mpx y apertura ƒ/1.8 con una secundaria de 5 Mpx. Parece una extraña adición a un móvil que tiene un precio de 999 yuanes, unos 128 euros al cambio directo sin impuestos, y por tanto será un reclamo para los compradores.
Este sensor será bastante habitual en 2019, o más bien los de 48 Mpx en general, no necesariamente este de Sony. Porque en el terreno del diseño, todos los móviles van a ser clones los unos de los otros, como ha ocurrido en 2018, con honrosas excepciones. En este caso, incluye una pantalla de 6.3 pulgadas con resolución de 2340 × 1080 píxeles.
El procesador incluido es un Snapdragon 660 de ocho núcleos Kryo 260 divididos en dos clústeres de cuatro, uno a 2.2 GHz y otro a 1.8 GHz, con una unidad gráfica Adreno 512. Incluye 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento de base, pero hay modelos de 4/64 GB y 6/64 GB. Dispone de lector de tarjetas micro-SD.
La batería de este móvil es de 4000 mAh, y se recarga por un conector USB tipo C con hasta 18 W, si bien se proporciona con el móvil un cargador de solo 10 W. Al fin y al cabo, es un teléfono de gama media-baja, y en algo hay que recortar, y seguramente también lo hayan hecho en el audio y otros detalles. Incluye wifi 802.11 ac y Bluetooth 5.0.
Vía: GSM Arena.