Intel empieza a notar el efecto Zen porque en el primer trimestre del año la compañía no ha conseguido mejorar los resultados del mismo trimestre de 2018. Ingresó 16 100 millones de dólares, misma cantidad que el año pasado, con beneficios algo inferior de 4000 M$ en vez de los 4500 M$ del año anterior. El motivo es que el margen bruto ha bajado del 60.6 % al 56.6 %, y pone una nube gris en el futuro de la compañía.
Si bien la compañía ha mejorado un 4 % sus ventas en la división de Computación de Cliente, que engloba sus procesadores de cosnumo, las ventas de procesadores de sobremesa y portátil han bajado un 7 % y un 8 % respectivamente, y solo el mayor precio de venta de sus procesadores ha conseguido evitar una señal de desastre.
No ha tenido tanta suerte en el rentable sector de los centros de datos, donde sus ventas bajaron un 6 % hasta los 4900 M$, con una leve mejora del 5 % de los servidores para los servicios en la nube, mientras que bajaron un 21 % las ventas a empresas y gobiernos. En cuanto a la división de internet de las cosas, las ventas mejoraron un 8 % hasta los 910 M$, el del almacenamiento no volátil mejoró un 12 %, y el de soluciones programables —las FPGA de Altera— bajó un 2 %.
Vía: Guru3D.