Qualcomm ha ido recibiendo varapalos judiciales en varios países en los últimos años, entre los que se incluían fuertes multas cercanas a los 1000 millones de dólares en Corea del Sur y China por prácticas monopolísticas o abuso de posición dominante. Estaba pendiente la resolución de la demanda que la Comisión Federal del Comercio de EE. UU. había llevado a los tribunales, y finalmente ha sido resulta en la misma dirección que en otros países.
La compañía californiana es culpable de mermar la competencia en el sector de los procesadores para móviles según la jueza de distrito Lucy Koh, imponiendo cobros excesivamente altos por sus patentes y por eliminar a sus competidores en el sector. La decisión de la juez no es firme porque puede ser recurrida al tribunal de apelación, y es lo que Qualcomm va a hacer inmediatamente.
Las sanciones que Koh ha impuesto a Qualcomm incluyen la renegociación de los acuerdos de licencias de la compañía con todos sus clientes, que licencie las patentes de estándares industriales a su competencia a unas tarifas justas, y que no firme acuerdos de exclusividad de uso de sus procesadores y chips como los de banda base con ninguna compañía.
De hecho, estos apartados fueron los que inicialmente llevaron a Qualcomm y Apple a su guerra judicial en la que la compañía de Cupertino tuvo que claudicar debido a la ineptitud de Intel para crear un módem 5G para los próximos iPhone. Qualcomm además quiso que Apple mintiera en la investigación del Gobierno surcoreano por prácticas monopolísticas, y al no hacerlo Qualcomm le retuvo cientos de millones de dólares que tenía que haberle devuelto. Y de ahí fueron a los tribunales. Si Apple se hubiera esperado un poco igual otro gallo cantaría, pero Apple ciertamente se va a beneficiar de esta decisión porque podrá renegociar su acuerdo con Qualcomm.
La juez Koh ha impuesto un periodo de siete años en los que Qualcomm será supervisada en todos los acuerdos de licencias a los que llegue para asegurarse de que cumple con su decisión.
Vía: EnGadget.