Intel está ultimando sus primeras tarjetas gráficas dedicadas, y para ello envió a los desarrolladores la tarjeta DG1. Su potencia es suficiente para FHD y 60 f/s, pero no es lo más potente que tiene Intel en preparación. Con un diseño monoventilador y formato ITX, es una interesante apuesta para un modelo que no será comercial, pero hay muchas preguntas en el aire sobre su potencia real en juegos. Intel asegura que su arquitectura Xe es totalmente escalable, lo que significa que solo necesita añadir más módulos base para crear chips de mayor tamaño sin penalización en su rendimiento.
En lo referente a la DG1 junto a un Tiger Lake U con gráfica integrada Xe, ha empezado a aparecer en diversas webs de pruebas de rendimiento, lo que incluye de potencia de OpenCL en Geekbench 5, pero también en 3DMark, como se puede ver en las imágenes de más abajo. En ellas se puede ver que está compuesta por 96 unidades de cómputo de la nueva arquitectura, funcionando a una frecuencia de entre 1 y 1.5 GHz, según sea integrada o dedicada.
En la prueba de 3DMark se ve un rendimiento que puede ser bastante superior al de la gráfica integrada Vega del Ryzen 7 4800U, hasta un 40 % por encima, aunque varía mucho entre pruebas y ciertamente las físicas no son parte de sus fuertes. Puesto que es un chip simplemente para demostrar de lo que es capaz, con lo que hay que quedarse es que 96 unidades de cómputo tipo Xe es lo que tendrán los procesadores a 10 nm Tiger Lake. Como tarjeta gráfica dedicada, la DG1 es bastante superior a la integrada, aunque solo sea por la mayor frecuencia de funcionamiento.