Samsung mostró durante el CES de enero los monitores Odyssey pero no llegó a dar los detalles, y eso ha llegado ahora que los va a poner a la venta. El primero es el Odyssey G7 LC32G75TQSU, que incluye un panel de 80 cm (31.5 pulgadas) de tipo VA con índice de curvatura 1000 R. Cuenta con una resolución de 2560 × 1440 píxeles, un refresco de 240 Hz y un tiempo de respuesta de 1 ms gris a gris.
El contraste estático es de 2500:1, el brillo típico de 350 nits y cubre el 95 % de la escala de color DCI-P3 con un sistema de retroiluminación de punto cuántico. Interpreta imágenes de alto rango dinámico (HDR), en cuyo momento puede alcanzar un brillo de 600 nits, y cuenta con un certificado DisplayHDR 600. Incluye tecnología de refresco adaptable basad en Adaptive Sync, compatible con G-SYNC y FreeSync Premium Pro.
Tiene un diseño en color blanco con unas zonas de iluminación en la parte posterior, para que nadie diga que no es para jugones. El pie se puede quitar para poner un soporte VESA de 100 × 100 mm, aunque el incluido permite el ajuste en inclinación –9º a +13º, giro –15º a +15º, y pivotaje –2º a +92º. Incluye dos DisplayPort 1.4, un HDMI 2.0 y un concentrador de dos USB 3.0.