La salsa secreta de la PlayStation 5, al menos si hay que hacer caso a Sony, reside en su unidad de estado sólido (SSD). Mostró con anterioridad lo rápido que cargan los juegos en ella en una demostración de Spider-Man, en la que en el tiempo que tarda la PS4 Pro en cargar una escena 3D compleja la PlayStation 5 es capaz de cargar ocho escenas distintas. Sony habla de 5.5 GB/s de transferencia máxima, mientras la Xbox One X tendrá 2.4 GB/s.
Pero más allá de eso, los cambios en el sistema de entrada/salida (E/S) de la consola ha sido altamente modificado para exprimir al máximo esa SSD y que haya una mayor sinergia con el procesamiento de lo leído de la unidad. Todo esto deja de ser una limitación para la generación de gráficos, y por tanto la bola se la han pasado a los desarrolladores de motores gráficos como Unreal Engine.
Tim Sweeney ha indicado que Unreal Engine ha sido modificado para acomodarse a las posibilidades del sistema altamente integrado de almacenamiento y procesamiento para asegurase que «la limitación no la impone la CPU». Dicho de otro modo, han tenido que reescribir el núcleo del subsistema de E/S con la PlayStation 5 en mente. La reescritura del subsistema va a beneficiar a todas las plataformas, aunque especialmente a la PlayStation 5.
Lo que significa esto es que debido a la velocidad de transferencia lograda en la PS5 es posible eliminar trucos de espera a la hora de cargar mapas o nuevas regiones. Las típicas transiciones de empujar pedruscos para acceder a una nueva zona en unas cuevas o de espera en un ascensor al subir a otras plantas de un edificio. También permitirá cargar casi al instante las texturas de mayor calidad y crear desde un primer momento mucho más detalle en el entorno en lugar de por etapas —primero una versión de baja calidad, luego se sobreescribe con otra de mayor calidad, hasta llegar a la de máxima calidad; un clásico—.
Vía: TechSpot.