Es probable que Intel haga una renovación rápida de sus procesadores de sobremesa, y entiéndase por ello que lleguen dentro de unos nueve meses algunos modelos de alto rendimiento. Serían los Rocket Lake S fabricados probablemente todavía a 14 nm, y usarían el mismo zócalo LGA 1200 de los Comet Lake S. La diferencia estaría en la arquitectura de los núcleos, que sería la primera nueva desde Skylake, lo que beneficiaría el rendimiento por vatio, un parámetro en el que Intel está ahora mismo muy por detrás de AMD.
Uno de esos procesadores, quizás un sustituto del Core i7-10700K, ha aparecido en Geekbench. Tendría una configuración de núcleos de ocho con multihilo, para dieciséis hilos de ejecución en total. El rendimiento de este Rocket Lake S sería similar al 10700K, pero la diferencia está en que mientras este último tiene un turbo de hasta 5.1 GHz, ese supuesto Rocket Lake S tendría un turbo de hasta 4.3 GHz. Eso implicaría una más que sustancial bajada de consumo y, por tanto, de temperaturas.
Los Rocket Lake van a ser un paso intermedio de Intel hasta la llegada de los primeros procesadores de sobremesa a 10 nm, y un apaño en el que Intel habría portado la arquitectura de núcleos Willow Cove de los 10 nm originales a los 14 nm. Estos Rocket Lake S integrarán PCIe 4.0, que ya está implementado a la espera de un procesador compatible en las placas base de chipset serie 400, una unidad gráfica intregrada de arquitectura Xe; en este caso, de treintaidós unidades de ejecución, e integraría Thunderbolt 4, siendo compatible con Thunderbolt 3 —y por tanto también con USB 4.0—.
Vía: WCCFTech.