Razer ha expandiendo su catálogo de auriculares dentro de la serie BlackShark v2 con un modelo inalámbrico, porque lo inalámbrico es la actual tendencia del sector. El nuevo BlackShark v2 Pro es uno de los últimos periféricos en incluir la tecnología HyperSpeed de la compañía para una conectividad sin cortes. Pero en esencia, este nuevo modelo se va a los 200 euros desde los 110 euros del modelo cableado, y por la abultada diferencia toca preguntarse si realmente merece la pena pagar ese precio o toca esperar a que bajen.
Desembalado
Razer presenta los BlackShark v2 Pro en la habitual caja verde y negra con la información del producto, y destaca las tecnologías que le están dando buen resultado en esta nueva serie de auriculares y en sus periféricos. Aunque las comentaré más tarde, son la conectividad inalámbrica HyperSpeed, el sistema de altavoces TriForce de titanio, y la grabación de micrófono HyperClear. Tampoco escapa la mención al audio 7.1 a través del sonido envolvente THX.
Al abrir la caja se puede ver los auriculares introducidos en una bandeja de espuma, con el adaptador USB 2.4 GHz para la conectividad inalámbrica. Hay el habitual lote de tarjeta de agradecimiento por la compra, el manual de instrucciones y las dos pegatinas del logo de Razer, y todo atado con una cinta de plástico.
Una vez retirados los auriculares se pueden ver el resto de extras. Eso incluye el cable de carga micro-USB a USB tipo A, el cable de audio con clavija de 3.5 mm para usarlos de esta forma mientras por ejemplo se cargan o con otros dispositivos, y el micrófono retirable de tipo cardioide flexible de buena calidad y que viene cubierto por una espuma. También incluye una bolsa de transporte, que es un extra interesante cuando se habla de periféricos inalámbricos. Tiene el logo de Razer en la parte inferior y se cierra con un cordón verde. Es de buena calidad, aunque no sirva para proteger a los auriculares en el transporte, que para ello se necesitaría otro diseño de auricular y una caja rígida de transporte.
Los auriculares en sí tienen una buena calidad de fabricación. Son circumaurales cerrados, con una diadema reforzada recubierta de cuero sintético por la parte exterior y con tela y acolchamiento en la parte interior. Ambos recubrimientos quedan unidos por unas gruesas puntadas de hilo que le dan una buena estética general.
Las copas están unidas a la diadema mediante dos varillas en cada lado, que no me parece un gran sistema para extenderlos y le resta sensación de durabilidad al producto. Solo se pueden ajustar en altura, por lo que no permiten mucho ajuste para adaptarse a todo tipo de cabezas, aunque sí dejan cierto margen horizontal. En general son los BlackShark v2 Pro me resultan cómodos de llevar, en gran parte gracias al recubrimiento de tela y acolchamiento que incluyen. Ahora que hace un poco más de frío no se hacen nada molestos de llevar largas horas, aunque los BlackShark v2 me generaban un poco de calor durante el verano.
El adaptador USB 2.4 GHz es algo grande, probablemente porque lleve incluida la circuitería necesaria para aprovechar el sonido THX. En cuanto a los conectores y botones de los auriculares en sí, están situados en el auricular izquierdo. Eso incluye los conectores para el micrófono retirable, el micro-USB de recarga y el de 3.5 mm para uso con cable, un botón para silenciar el micrófono, el botón de encendido y un protuberante dial para ajustar el volumen.
Características
Los BlackShark v2 Pro usan una conexión con adaptador USB 2.4 GHz inalámbrica para habilitar el sistema de sonido envolvente de que dispone, cortesía de THX. Para apoyar esa mejor calidad de sonido la serie BlackShark v2 se centra en proporciona a los dos transductores de 50 mm un sistema denominado TriForce con diafragmas recubiertos de titanio, y se pueden afinar en tres partes para mejorar por separado el sonido de los graves, agudos y frecuencias medias.
Los transductores tienen una respuesta en frecuencia entre los 12 y 28 000 Hz, una impedancia de 32 Ω y una sensibilidad de 100 dB. Puesto que son un producto para jugones, los graves los tiene potenciados pero salen ligeramente perjudicadas las frecuencias más altas. Claramente no son unos auriculares para escuchar música, pero aun así la mayoría de géneros se percibirán con buena calidad de sonido según como llegan ajustados de fábrica los transductores.
BlackShark v2 Pro de Razer | |
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Tipo | Circumaurales cerrados |
Peso | 320 gramos |
Conector | 3.5 mm de cuatro polos, adaptador USB 2.4 GHz |
Respuesta en frecuencia | 12 a 28 000 Hz |
Transductores | 50 mm de neodimio |
Impedancia | 32 Ω |
Sensibilidad | 100 dB ± 3 dB |
Potencia de entrada máxima | 30 mW |
Sonido 7.1 | sonido espacial THX |
Micrófono: respuesta en frecuencia | 100 a 10 000 Hz |
Micrófono: sensibilidad | –42 dB ± 3 dB |
Micrófono: tipo | unidireccional |
Micrófono: S/R | > 60 dB |
Cable | 1.8 m |
Funciona con | PC, consolas, dispositivos móviles |
PVPR | 199.90 euros |
El micrófono es de tipo cardioide, o supercadioide como lo llama Razer, y más específicamente la tecnología del diseño del micro la llaman HyperClear. Es la principal mejora respecto a los BlackShark v2, y probablmente la única más allá de la conectividad inalámbrica. Se consigue una nitidez de voz muy alta, aunque no llegue a la de un micrófono profesional, pero para las partidas no habrá problema en que los compañeros escuchen la voz perfectamente. Este micrófono tiene una respuesta en frecuencia entre los 100 y 10 000 Hz con una sensibilidad de –42 dB, que es mucho más de la necesaria para los rangos en los que se mueve la voz humana. El añadido de la espuma para el micrófono es bastante efectivo.
Razer habla de una «cancelación de ruido pasiva avanzada» proporcionada por la forma de los auriculares en sí y sus almohadillas, pero esto más bien es atenuación del ruido, porque no se está cancelando una señal. Para cancelar una señal de audio se precisa de emitir la misma señal en contrafase, lo cual no es lo que ocurre con la atenuación de ruido, que en el caso de los BlackShark v2 Pro existe pero solo consigue amortiguar un poco las frecuencias más altas y nada las más graves. No está mal para lo que es, pero dista mucho de lo que es la cancelación de ruido.
En cuanto a la autonomía de los auriculares, Razer habla de hasta 24 horas de uso, pero como siempre esta autonomía en los auriculares depende de varios factores. Entre ellos el volumen de reproducción o incluso el tipo de música, porque unos sonidos precisan de más potencia que otros para reproducirlos. En general podría decir que si se usan cinco o seis horas al días pueden aguantar tres o cuatro días sin ser recargados, alcanzando lo indicado por la compañía. Si se usan un día entero —que se puede, porque son bastante cómodos—, hay que ser disciplinado para dejarlos recargando por la noche para no quedarse a medias al día siguiente, pero me parece un escenario extremo por lo que la autonomía la considero suficientemente buena.
Programa de configuración
Estos auriculares incluyen por defecto una clavija de 3.5 mm, por lo que no precisan de ninguna configuración para su uso ni lo permite a través de Synapse 3.0. La calidad del sonido es buena mediante este método de conexión, pero si se quiere disfrutar del sonido espacial THX hay que usar el adaptador USB inalámbrico que es una minitarjeta de sonido. En ese momento se abren las opciones de configuración en Synapse 3.0 y se puede empezar a trastear.
No hay excesivos parámetros que ajustar, pero entre ellos están el mezclador de volumen, la comprobación del audio especial THX con diferentes perfiles preconfigurados, y la asignación automática o no de perfiles de audio espacial al sonido procedente de cada aplicación por separado. Hay un apartado de refuerzo de graves, normalización de sonido, ajuste en la claridad de voz y de ecualización con el que se puede trastear bastante más y crear perfiles. Hay otro apartado para ajustar todo lo referente al micrófono. Ninguna de las dos cosas podía faltar.
Los parámetros de configuración abarcan todas las posibilidades, se pueden crear perfiles de ajuste para distintas situaciones y equipos, aunque los auriculares en sí no tienen memoria en el que almacenarla. En este caso, se guardarán los perfiles en la nube de Razer, y estarán disponibles en el resto de equipos donde uno se autentique con su cuenta de Razer.
Razer proporciona perfiles de sonido THX específicos para diversos juegos, y más que irá añadiendo. Lo hace con un par de ajustes posibles: THX ambiental y THX competitivo. El primero es un posicionamiento realista del sonido, mientras que el segundo está orientado a que se pueda posicionar mejor a aliados y enemigos en el juego. Los perfiles modifican diversos parámetros del sonido en cada juego como la reverberación, la ecualización y el propio audio posicional por defecto. Es muy efectivo y útil.
La calidad de sonido no lo es todo
Razer inició el rediseño de sus auriculares con los BlackShark v2 hace unos meses, y de ellos me gustó la calidad de sonido y en menor medida su diseño. Son cómodos de llevar, la tela transpira bien y no se acumula calor, pero no me gusta las varillas que se usan para extender las copas porque me dan sensación de fragilidad a pesar de que son bastante duros. Personalmente prefiero los diseños tipo diadema, pero este he de reconocer que tampoco es malo.
La calidad de sonido es la misma que la de los BlackShark v2 pero en vertiente inalámbrica, por lo que es muy buena. Son versátiles porque se pueden usar también con cable o mientras se están recargando, por lo que se van a poder usar en todo momento. Pero echo mucho en falta dos detalles. El primero es que no tiene conector de carga USB tipo C, y para unos auriculares de 200 euros es lo que espero ver a finales de 2020. El segundo es que no tienen Bluetooth y cuestan 200 euros.
El motivo de que no tenga Bluetooth lo entiendo, y es que para usar el sonido THX se precisa de un protocolo de audio específico de Razer porque con Bluetooth no sería posible y se añadiría además ruido. Pero no habría estado mal dar la opción de usarlos con Bluetooth, porque el punto de los 200 euros es uno muy complicado en el sector de los auriculares, con infinidad de competidores muy buenos.
Dicho eso, en lo que se diferencian estos auriculares es en ese sonido THX, que me parece sensacional y entiendo por qué Razer compró la compañía, y en el micrófono. Le ha empezado a sacar bastante partido a esa compra, y este sonido envolvente se comporta estupendamente en los juegos compatibles. El sistema de ecualización de los auriculares reforzará las explosiones y otros sonidos dentro del juego para tener una experiencia más inmersiva, que es para lo que se compra unos auriculares con sonido envolvente.
Al escuchar música, es mejor desactivar el THX porque no detecta bien las aplicaciones de audio y las canciones pasan a oírse fatal. Y eso que son auriculares con un audio muy bueno. El sistema de ecualización de Synapse 3.0 es básico, pero probablemente será suficiente para los que hagan uso de ello para ajustar la reproducción de música a su gusto, aunque la respuesta en frecuencia tiende a ser plana en frecuencias medias, tiene reforzados los graves como buenos auriculares para jugones, y se desvía ligeramente en las frecuencias altas. Por tanto es un sonido muy bueno en general que no dista nada de otros auriculares de 200 euros o incluso más caros.
En cuanto al micrófono, el incluido en estos auriculares permite una comunicación cristalina. Es una mejora sustancial respecto al de los BlackShark v2, y eso que el de ese modelo era en general bueno aunque tirando a normal. El de los BlackShark v2 Pro es excelente, y permite una comunicación cristalina. No llega a ser como el sonido de un micrófono profesional, pero es muy bueno y por encima de lo que se suele encontrar en los auriculares para jugar.
Tras todo lo anterior, puedo concluir que los BlackShark v2 Pro son excelentes en cuanto a calidad de reproducción y grabación de sonido, son un modelo inalámbrico con conexión totalmente estable y con el añadido de que tiene sonido envolvente con esa conexión, son cómodos en general con buena calidad de construcción, aunque se echa en falta la capacidad de que fueran Bluetooth aunque por su orientación al sonido envolvente no sea imprescindible.
Puntuación
9.0
sobre 10