Intel ha llevado a nuevas cotas de frecuencias a los Rocket Lake S, al menos los orientados a subida de frecuencia, estirando como chicle las posibilidades del nodo de 14 nm. Afortunadamente es la última generación que lo usará, pero todavía tiene tiempo para dar titulares en el apartado del overclocking. El procesador más potente de esta serie, el Core i9-11900K, ha sido llevado hasta los 7048 MHz a base de nitrógeno líquido, estableciendo un nuevo récord para los procesadores de la compañía.
La forma de conseguir esa frecuencia de manera estable es llevando el voltaje hasta los 1.873 voltios, que es un valor especialmente alto. Y como un voltaje alto lleva aparejada una alta corriente, a estos niveles la vida útil del procesador y de la placa base se reducen a mínimos. Pero no pasa nada porque tampoco es que sean para su uso en el día a día y quedan bastantes dañados por el proceso de refrigeración con nitrógeno.